Capitulo 4 : "Salvación"

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  - No alcancé a pillar al weon. Unos weones lo estaban esperado afuera en un auto - escuché la voz del Erick a lo lejos- pero alcancé a tomar la patente

  - Llamaré a carabineros - dijo otra voz que no pude reconocer.

  - BELÉN!- exclamo el Erick al verme tirada ahí en el piso sin poder contener mis lagrimas. Rápidamente se sentó a mi lado y me abrazó - ¿Que pasa? ¿Estas bien?

  - No.... puedo... respirar- le dije con mucha dificultad. Mi cuerpo no dejaba de sacudirse debido a los temblores que me recorrían

  - Oye, oye, mírame- me decía, pero yo no podía y no quería hacerlo. Tomó una de mis manos y la apoyó en su pecho, su corazón latía muy rápido, probablemente igual que el mío - Respiremos juntos ,¿ya?. Mira, inhala por 4 segundos, aguanta 7 segundos mas y bota todo en 8 segundos.

Él empezó a hacerlo y por inercia solo lo seguí, en cosa de minutos ya estaba mas calmada

  - ¿Te sientes mejor? - me preguntó después de un rato. Asentí - ¿Te quieres parar? - volví a asentir . Él se paró primero y luego me ofreció sus manos, las tome y de un tirón me paró. Al pararme, choqué con su pecho, iba a separarme de él pero me retuvo ahí un tiempo, abrazándome.

  - Quiero irme - dije, hablando después de un rato. Me quería ir a mi casa, lo único que quería era estar acostada en mi camita calientita y llorar tranquilamente. Si, iba a llorar mas de lo que ya había llorado y es que aun podía sentir las manos de ese weon por todo mi cuerpo y mi corazón aún no era capaz de volver a la normalidad.

  - ¿Que wea pasó? - dijo una voz que conocía. Giré mi cabeza, ya que no quería separarme del agarre del Erick, me hacia sentir protegida. Tenía la vista media nublada por culpa de las lagrimas pero pude visualizar al Edu y al Charles que acababan de salir del ascensor. El Edu me tiró de un brazo para separarme del Erick , el cual no tuvo mas remedio que soltarme. Sentí frío. Luego los brazos del mi mejor amigo me rodearon, comencé a llorar de nuevo.

  - Yo bajé a buscar mi chaqueta al auto y me encontré con ese conchesumadre toqueteando a la Belén y estaba intentando llevársela quien sabe donde - dijo el Erick enojado.

  - ¿Alguien le avisó a los pacos? - dijo el Charles quien estaba al lado del Eduardo y me hacia cariño en la cabeza

  - El conserje los llamó - dijo el Erick

  - Me quiero ir - volví a decir. Sentía que si no me iba pronto, me iba a dar otro ataque de pánico. De hecho, estaba sintiendo que me estaba empezando otro - ME QUIERO IR! - le grité al Eduardo. Él me miró sorprendido, creo que en mi vida le había gritado .

  - ¿Que wea, Belu? Cálmate , por favor - me dijo. En ese momento se abrieron las puertas del ascensor y salieron la Daniela, la Feña y la Juli. Genial, lo que necesitaba

  - Belén, querida ¿cómo estás? - dijo la Daniela apareciendo al lado del Eduardo y empujándome sutilmente para que soltara a su esposo - Que miedo lo que te pasó, amiga - dijo y me abrazó. Su abrazo no me transmitió nada.

  - Ay , si que miedo - dijo la Juli y se tiró a los brazos del Erick, quien la abrazó solo por cortesía creo yo, porque tenía una cara de confundido. Genial, casi me habían secuestrado y la weona de la Daniela seguía aprovechándose de la situación para intentar emparejar a su amiguita, patético.

  - Señor - dijo el conserje apareciendo en escena- llegaron los carabineros - le dijo al Erick. El Erick me miró. No, yo no quería hablar con nadie.

  - No - le dije- No puedo hacerlo.

Iba a arrancar por las escaleras cuando la Fernanda me agarró. Maldita sea, déjenme tranquila por la chucha. Me llevó hacia un rincón en donde estábamos las dos y me empezó a convencer de que lo mejor era que hablara con los carabineros, revivir ese momento ahora y no después. Al final le dije que si, no sabía bien si porque encontré que tenía razón o solo porque quería que me dejara tranquila e irme a mi casa.
Los carabineros nos tomaron la declaración al Erick y a mi, él en ningún momento dejó de sostener mi mano y se lo agradezco, porque me ayudó mucho a no ponerme a llorar enfrente de todos los que estaban ahí mirando.

No puedo dejarte de amar (Erick Pulgar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora