Byeol 《Omegaverse》《ATEEZxATEEZ》

05: Losing sanity

—Voy a llamar a la maldita policía, lo juro.

—Baja la voz, Hongjoong, los chicos están durmiendo —le susurró el alfa.

Se contuvo de lanzarle un grito por respeto al sueño de los demás.

«¿Cómo puedes mantener la calma en un momento como este?»

Joder. Yeosang llevaba todo el día desaparecido, eran las malditas dos de la madrugada y no había rastro del omega; no atendía sus llamadas ni mensajes, no había vuelto a casa desde que salió a la universidad, sus compañeros de clase alegaron que lo vieron irse temprano, su amiga Minha ni siquiera sabía su paradero. Les explicó que había vuelto al aula solo para buscar su mochila sin entrar en detalles, solo diciéndole que no se encontraba bien y que iba a pasar unos días con sus padres. Hongjoong sabía que no era inusual que él omega los visitara de tanto en tanto, sobre todo cuando se sentía abrumado. Era su método de escape. Para su sorpresa, recibió una llamada de su hermana hace horas preguntándole si Yeosang estaba con ellos.

Nadie sabía dónde estaba.

Los chicos estaban preocupados también, habían querido quedarse con ellos en la sala con la esperanza de que el omega apareciera, San había optado por salir a buscarlo, Yunho sugirió llamar a la policía directamente, pero sobre todo Wooyoung se halló más afectado, quedó sorprendido después de que Hongjoong le explicara lo que estaba sucediendo entre ellos, dijo que le mandó unos mensajes horribles y ansiaba disculparse por ello. Totalmente ignorante ante los sentimientos de Yeosang. Ya sabía que era lo suficientemente grave como para qué Wooyoung no lo supiera. Seonghwa, como siempre, los había tranquilizado a todos y aconsejado ir a dormir, mañana tenían clases y no quería a los chicos muertos de sueño divagando por el campus. Todos habían protestado claro está. Pero un solo gruñido del alfa fue suficiente como para tenerlos a todos subiendo las escaleras de un brinco.

Por instinto, buscó el aroma de Seonghwa con ahínco, su aroma a café le daba un poco de paz ante la tormenta que era su mente, el alfa le dio un pequeño beso en la cabeza sin decir nada. Seonghwa siempre había sido el mejor de los dos en ocultar sus emociones, lograba mantener la calma ante los momentos más tensos, cosa que Hongjoong admiraba mucho. Él, en cambio, era más visceral, no dudaba en decir si algo le molestaba o parecía injusto, las palabras iban a salir de su boca sin reparo, aunque con el tiempo—y con ayuda del pelinegro—, había logrado controlarlo.

Se levantó de un salto cuando escuchó la manilla de la puerta principal sonar, corrió por el pequeño pasillo para detallar que esta giraba y giraba pero no se abría, con el alfa pisándole los talones jaló la puerta de golpe.

—¡Ay!

Yeosang cayó al piso sobre sus rodillas por el impacto, su mochila desparramada igualmente a su lado.

—Uhm, hola hyungs —murmuró este elevando la cabeza—, ¿hice mucho ruido? Las llaves no...

—¿Dónde mierda estabas metido, Kang Yeosang? ¿Sabes lo malditamente preocupado que estábamos? —inquirió sin poder contener su enojo.

El omega soltó una leve risilla desde el suelo tratando de incorporarse.

—No tiene que ser tan grosero, hyung —respondió este llevándose las manos a la boca para contener una risilla, es ahí cuando el pelirrojo notó la extraña entonación de su voz.

—¿Estás borracho? —atinó Seonghwa a sus espaldas, también lo había sentido. El alfa arrastró la mochila hasta meterla dentro de la casa y cerrar la puerta, sujetó a Yeosang por los hombros hasta lograr tenerlo de pie, o al menos lo intentó, las piernas del pelirosa temblaron y se sujetó al buró de la entrada para no caer. Efectivamente había bebido.