Agradezco que Mark se haya ofrecido a pasear con Lucy hoy, es una buena oportunidad para que mi niña se lleve bien con él y sus hijos ¿No? Además, esta noche es el segundo desfile y debe ser aún más perfecto que el primero... resulta que el de hoy se llevaría a cabo en un teatro, algo diferente a un típico desfile de modas, pero mucha más gente concurrirá y es debido en parte porque en los momentos que las modelos estén cambiándose se aprovecharía para poner a grandes artistas para el entretenimiento ¡Diablos! Eso sí que me genera aún más nervioso, después de todo no he estado jamás en un desfile tan grande como éste, tiene que salir todo a la perfección y no puede haber ni un sólo mínimo error. Por eso trabajo sin parar, viendo a las modelos tomarse las últimas fotos para las propagandas online mientras termino de escoger los últimos detalles en los vestidos que las modistas estaban arreglando.
Mark: prima, llevaré a los niños a almorzar al centro comercial, si te desocupas a tiempo ve allí que estaremos esperándote ¿De acuerdo?
Si que tengo el mejor de los primos ¿No lo creen?
Le respondí rápidamente con un "claro primo" y dejando el teléfono sobre la mesa de las telas continué con el trabajo para acabar rápido.-¿Quieres descansar?- preguntó Lía -puedo encargarme del resto-
-¿Segura? Porque puedo quedarme-
-cariño descansa, esta noche estarás corriendo de un lado al otro, aprovecha la tarde con tu hija-
Bueno, eso no puedo rechazarlo, el estar paseando con Lucy es más hermoso que cualquier otra cosa. Entonces lo hice. Dejé anotado lo que faltaba por hacer y Despidiéndome de Lía salí colgando mi bolso en el hombro, escribiéndole a Mark para que así supiera que estaba en camino.
Zack: Jen ¿Cómo vas con todo? No me haz escrito, te ha molestado mi confesión ¿Verdad? ¿O ha sido la propuesta que te hice? Sea lo que sea, perdóname ¿Si? Y envíale mis saludos a la pequeña Lu.
¡Carajo! Había olvidado por completo aquello de Zack, estaba disfrutando el viaje y todo ¿Debía recordarmelo justo ahora? ¡Por dios!
No tuve el valor de responderle sobre sus preguntas, simplemente le escribí "si, le mandaré saludos, tranquilo" y guardé el teléfono en cuanto llegué al centro comercial y ví a lo lejos el puesto que Mark me había dicho por lo que me acerqué. Mi pequeña niña me vió de inmediato y vino corriendo a mis brazos seguida por los dos pequeños niños de Mark.-¿Son Leo y Sam? ¡Cielos! Si que ha crecido- les sonreí
-que no te engañen, son unos diablillos cuando se aburren- rió su padre -llegas a tiempo, no hemos pedido la orden aún- añadió
-¡Estupendo! No he comido nada- exclamé riendo