°Epilogo°

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Con una buena actuación había sido fácil hacer pasar las heridas hechas por un villano como un accidente ante una recepcionista de urgencias.

Y después de casi año y medio, con los alumnos recién salidos de U.A como los nuevos héroes de la zona, tanto los preceptos de la muerte como la liga de villanos estaban dispersos entre prisiones de la zona y centros psiquiátricos.

¿Y donde estaba ella? Aquella cuyo quirk de mucosidad de pez payaso la había respaldado para estar con los 2 más grandes villanos de Japón.

Estaba consciente de que con todo lo que había hecho desde que encontró su amor a los villanos si alguien abría la boca, fuera de los preceptos o de la liga, acabaría en prisión tal y como lo habían hecho ellos. Pero hasta que ese día llegara...

Durante el último año y medio había vivido bajo un nombre falso, con un retoque de tinte cada 28 días y lentillas de colores cada mañana. Había retomado su vida en donde la había dejado: La Universidad de Kyoto, antes había estado cursandola de manera virtual para balancearla con su vida en el bajo mundo, ahora cursandola a un viaje en tren bala. Hoy, ya era una psicóloga titulada. Una recomendación basada en su tesis de la psique del villano la había llevado a convertirse en una novata en un centro psiquiátrico en donde retenían a algunos pesos pesados del inframundo de la villanía.

Los altos mandos le habían visto potencial y los cambios que sus pacientes tenían volviéndose más dóciles, por esa razón habían decidido encausarle a uno de los pacientes con mayor preocupación de las autoridades por su expediente criminal.

Con una escolta de 2 guardias, ahora se dirigía a su celda.

—¿Como lo encontraron?— preguntó ella

— El chico explosivo y Red Riot le llevaron la pista durante un tiempo y era la única pieza de la liga que faltaba— contestó el guardia —Solo te advierto niña, 2 doctores con más experiencia que tú ya lo han considerado como un caso perdido, pero piensan que contigo puede ser diferente

Por su quirk se le tenía en una de las celdas de máxima seguridad, que solo se podía abrir con la llave que solo algunos guardias tenían. Cuando la puerta se abrió frente a ella, lo vio, ahí, sentado en el suelo contra la pared mirando el techo.

Esos mismos ojos de tono sangre con heridas a su alrededor.

Esos mismos cabellos claros cuya textura recordaba como bastante suave

Claro, ahora estaba retenido con una camisa de fuerza detrás de un muro de vidrio de 5cm de grosor, con aperturas solamente para la entrada de aire y comida.

—Oye, peso pesado— mencionó uno de los guardias golpeando el vidrio para llamar la atención del chico detrás de este —Las autoridades aún piensan que tienes salvacion

—Dispondrás de 50 minutos cada dos días con él, después vendremos por ti. Todo va a quedar grabado por la cámara de allá— mencionó el segundo guardia con dirección a la chica y señalando la cámara de la esquina del cuarto

—Muchas gracias, por su atención— mencionó ella

Le proporcionaron una silla en un ángulo en el que se pudieran escuchar mutuamente

—Ella es tierna, no la enloquezcas como a los otros que lo han intentado— mencionó uno de los guardias antes de darse salida

Ahora estaban solos con el ojo vigilante de los chicos de sistemas. Tomura aun no la miraba

—Wow, de verdad eres tú— mencionó ella —Tenko Shimura o Shigaraki Tomura ¿Cómo prefieres que te diga?

—Haga lo que quiera. De verdad que estoy cansado de las personas como usted— mencionó él

—Oh, lo lamento, creo que debí de presentarme primero. Soy la licenciada Hasaikai. He seguido la carrera de tu liga desde que era más joven

—¿Acaso está loca?

—¿Loca? No. ¿Persistente? Quizás

Esa frase le había sonado, por lo que volteó a verla. Su cabello estaba teñido de un color totalmente contrario a su cabello natural y unas lentillas que contrastaban, pero la cicatriz en su mejilla evocó un par de memorias y la manera en como le sonrió solo se lo confirmó.

Ella sacó unas pastillas para el aliento de su bolsillo, y haciendo como si se llevara una a la boca, con disimulo le hizo la señal del silencio con el dedo índice.

—Casi me parece coincidencia que me tocara trabajar con una personalidad del crimen como lo eres tu— dijo ella

—Como si el destino lo quisiera de esa manera

—Me gusta que pienses de esa manera

¿Unidos? (Shigaraki Tomura X Female Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora