¿Unidos? (Shigaraki Tomura X Female Reader)

°Capítulo 4:°

Después de todo lo que había pasado y después de tantos meses trabajando para ellos, _____(T/N) había vuelto a abrir su corazón.

Era una de sus primeras citas con Kai y no había sido la gran cosa. _____(T/N) Se hizo con una botella de vino; había sido un regalo de un ciudadano hacia su padre, pero ese ciudadano desconocia que el capitán Notuma no tomaba una copa de vino ni siquiera en las ocasiones especiales.

Entre vino y conversación, ambos habían terminado con la conciencia algo nublada, pero lo suficiente sobrios como para acordarse más adelante.

Eran inicios de verano y la temperatura era alta, por lo que la idea de quitarse un par de prendas no se vio tan mal en ese momento. Aunque ese hubiera sido un momento en el que cualquier otra pareja se dispondrian a compartir "Ese" momento juntos por primera vez, ninguno de los dos se sentía preparado para ello. La presencia de la música tranquila en la habitación solo le trajo a Kai una idea distinta. Ninguno de los dos era bueno con la danza de salón, pero la tranquilidad que se respiraba en ese momento hacía que aquello no importara.

—¿Está dormida?— mencionó Toga —¿Con que crees que está soñando?

—Ya veo porque te gusta, es difícil de doblegar— mencionó Dabi

—Eso no interesa, solo despiertala— dijo Tomura de manera secante

Dabi solo lo miró con algo de resentimiento antes de encender pequeñas llamas en su mano y acercarlas a la muchacha que dormía en la silla ignorando por completo las ataduras y donde estaba. No tardó unos segundos en abrir los ojos de par en par y hacer una expresión de dolor; aunque tenía ganas de gritar, no les daría a la liga ese privilegio.

—Bienvenida de vuelta— dijo Dabi, algo a lo que ella solo le apartó la mirada

—Déjenos solos— dijo Tomura

—¿Vas a lastimarla?— dijo Toga

—Eso será elección de ella

Dabi y Toga se retiraron, aunque era imposible ignorar que Dabi la miraba con algo de odio. Después de 5 días en ese lugar, sometida al hambre, al agua mínima, privación del sueño y con las ataduras añadidas a sus pies después de un pequeño accidente en donde casi golpea en las espinilleras a la rubia, lo que antes se veían como hermosas memorias, ahora se sentían como sueños lejanos, casi como si fueran pertenecientes a otra vida. Aun con todo aquello, no había revelado ni una sola pieza de información que comprometiera a los preceptos de la muerte, y se mantenía fuerte pensando en el porque aun hacía todo esto.

—Entonces ¿Estás lista para hablar?— dijo Tomura, quien estaba sentado en una silla puesta de revés a poco menos de metro y medio de ella

Ella sólo echaba la cabeza hacia atrás y mantenía su silencio

—¿En serio? ¿No tienes nada que decir?— dijo él de nuevo

—Si quieres hablar, deberías de darme más agua— dijo ella por fin

—Buen intento— dijo poniéndose de pie —Supongo que tendremos que jugar a esto de nuevo, aunque por como está tu pierna, a veces preferiría que no

Cuando se le acercó una pequeña parte de ella estaba temblando; la pernera del pantalón había quedado destrozada desde el primer día, ya casi era posible ver su músculo, y al menos por ahora Tomura no parecía querer alternar a otras partes. Cuando le puso los 5 dedos encima fue como un ardor que la hizo arquear la espalda lo más que pudo y echar la cabeza hacia atrás.

—¿Cual era tu maldito plan?— dijo Tomura

Ella solo se recompuso para mirarlo a la cara, ignorando el dolor