Berserker Issei

Berserker

Matar

Matar

Los pensamientos de Issei no paraban de repetir esas palabras, una lanza atravesó su estómago, más el no le hizo caso.

Que importaba mientras más desesperación haya, más glorioso sería el contrataque.

Otra atravesó su hombre pero hizo no le hizo caso.

Pues ya tenía a Yuuma.

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Dos lanzas fueron dirigidas hacia Issei en solo 5 segundos.

Pero aún así la carrera de este no se detuvo.

Raynare no sabía que hacer, al momento de haberse volteado en dirección a Issei lo vio en ese estado de pura irá y locura.

Cada parte de ella le dijo que se escapara, tratando de darse a la fuga trato de escapar.

Más la velocidad de Issei había crecido, cada lanza parecía multiplicar su ira. No solo basto con eso, el cuerpo de Issei alcanzó los 2 metros y músculos deformes empezaron a crecer y ahí sobre la ropa desgarrado del adolescente.

Piel gris sobresalía por donde antes estaban las heridas de Issei.

Un escalofrío recorrío el cuerpo de Raynare, pues el humano la había alcanzado.

Su ahora enorme mano agarró su cabeza antes de estrellar la con el piso.

Una vez.

Otra vez.

Antes de sentir como la agarraban de la piernas, mientras la volvían a estrellar contra el piso.

El dolor no paraba.

Estaba segura que muchos huesos habían sido destruidos.

Y sabía que apesar de haber rogado por su vida.

Issei no pararía.

Para su suerte la ayuda vino de la persona menos esperada.

Rías Gremory.

Llego al Parque.

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"Haber déjame ver si entendí, la Caída pareció haber matado a Issei, pero este entro en un estado berserk."

"Hai Buchou."

"Tal parece que las cosas no salieron como debieron, más ahora tenemos que detenerlo."

'En ese estado podría dañar a muchas personas inocentes.'

"Koneko detén a Issei yo llamaré a los demás por si necesitas ayuda extra."

Rias estaba confiada por muy fuerte que Issei se hubiera vuelto.

No sería rival para un Demonio Torre como Koneko.

¿Verdad?

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El ahora rabioso Issei estaba en un estado de felicidad absoluta.

El opresor ahora estaba vencido.

Ahora iba a aplastar su cabeza.

Antes de que una pequeña mano chocada contra su cara.

Dándose la vuelta.

Issei se encontró, a una pequeña niña de cabello blanco.

"¿Opresor?" Era o no era. Lo había atacado, pero era demasiado pequeña como para ser un opresor.

La niña no le respondió durante un segunda antes de decir.

"Sempai cálmate Rías Buchou, quiere hablar."

¿Rias Buchou?

Espera Buchou.

Buchou era presidente.

Presidente era como Líder

Líder era como emperador

Y emperador era un OPRESOR.

NO IMPORTARA COMO TRATARAN DE CAMBIAR SUS NOMBRE, EMPERADORES, REYES, PRESIDENTE, ¡TODOS! ERAN OPRESOREEES.

Issei no necesitaba pensar más su puño salió disparado hacía la cara de la niña.

Antes de ser bloqueado.

Issei era fuerte, Koneko también.

Su fuerte estaba igualada, más Koneko tenía algo que Issei no, técnica y experiencia para llevarla a cabo. Junto con una mayor agilidad, la ventaja la tenía la niña.

La lluvia de puñetazo era bloqueado y devuelto por la niña de blanco.

La altura y la constitución actual de Issei le otorgaba mayor alcanzó, más este era superado por fácilmente por Koneko.

El daño empezó a juntarse. Y un golpe especialmente butal que chocó contra a su estómago marco el resultado del encuentro.

Brutal victoria.

Para Issei Hyoudou.

En el momento que el golpe se estrelló con el abdomen de Issei, este último empezó a mutar, su músculos se expandieron creció 20 cm y su mirada alcanzó una ferocidad mayor.

En ese momento Koneko se dio cuenta de algo, ella no se enfrentaba a un humano.

Se enfrentaba a un monstruo.

Eso fue lo último que la niña pensó cuando un puño chocó contra su cara seguida de una patada al estómago, un agarre a su pierna, mientras la estrellaba contra el suelo.

Antes de poder siquiera pensar el enorme pie de Issei, se puso sobre su espalda. Y presionó..

Koneko sentía como sus huesos venían de agobian, debido al maltrato del Hyoudou, en poco tiempo sus huesos se romperían, y sería su fin.

Ella moriría en ese mismo momento.