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Issei estaba nervioso, muy nervioso. Nunca antes había estado más nervioso, la razón…

El colegio.

O más bien las personas que hay se encontraban.

Según Jack-Issei, Rias-senpai y Koneko poseían sangre demoníaco, pero lo peor de ellos es el echo de que no se encontraba en los mejores términos.

Después de recuperar los recuerdos de lo que hizo en su estado de Berserker, sabía que si alguna vez tuvo una oportunidad de amistad con Rias-senpai (algo poco probable según el) este se había desvanecido debido al altercado que tuvieron ayer.

Trato de convencer a sus padres para poder faltar al colegio, más por mucho que lo intento, no los pudo convencer, todavía lo regañaron por llegar tan tarde a la casa.

Aun asi.

Lo que más lo aterroriza es el hecho de que tendría que enfrentarse a esa energía Roja.

Esa energía Roja, simplemente verlo le daba miedo.

No importa como lo vieran, Academia Kuoh se había vuelto una trampa mortal. Estaba seguro de que los Demonios no lo atacarían a plena luz de día, incluso si lo llevarán a una zona aislada, su batalla no tardaría en llamar la atención.

Por lo cual su único plan, es entrar y salir rápido de la escuela.

Por lo que sabía si usaba el poder de Espartaco, podría destruir toda la Academia Kuoh con facilidad.

A costa de su vida.

Si

No pensaba hacer eso.

Las habilidades de Calígula, eran más pasivas, y su Noble Phantom, requería que sea de noche.

Jack le había dicho que él había adquirido la capacidad de cambiar de forma, una hablidad llamado Mil Caras y otra que lo volvió difícil de detectar de noche.

Para ser un Berserker, tenía habilidades que lo hacían más un Asesino. Bueno no por nada era el Legendario asesino de Londres.

Y ahora estaba a un paso de una Trampa Mortal.

"Bueno días, Hyoudou-san, llegaste muy temprano hoy día." Una voz fría lo saludo perteneciente a una mujer joven de Cabello negro, Sona Shitori. Y ella era un demonio

Todos los pelos de su cuerpo se levantaron y una pequeño escalofrío, atravesó su cuerpo.

Sona Shitori, era un demonio. Este pensamiento arrojo todos sus planes por la ventana. Sona tenia el poder para castigarlo, lo que se traducía como mantenerlo en la Academia.

No sabía cómo había mantenido parte de su compostura hasta ese momento. Sin embargo tendría que responder.

Le di un rápido saludo y pase por la puerta sin responder su pregunta.

Al entrar al edificio en vez de irse directo a las aulas, cambio de dirección y se fue a los baños.

Al llegar ahí, abrió el caño y se lavo la cara. Rápidamente empezó a respirar con más fuerza, hasta que en poco tiempo estuvo hiperventilado. Tardo unos minutos en calmar su respiración.

"Issei-kun tranquila tu mente y organiza tu información."

Cierto, no era hora de ponerse nervioso, debía de pensar.

No pudo evitar reír ante eso.

El no era una persona intelectual, pensar simplemente no era lo suyo.

La verdad la idea de simplemente enloquecer y matar a todos sus enemigos en rabia sangrienta sonaba bastante atractivo, menos pensar.

La locura es una bendición, para aquellos que no tenían escapatoria.

Berserker IsseiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora