La Iglesia

588 55 8
                                    

En el silencio de la noche una figura pasaba por las calles.

No es como que tratará de ocultarse, simplemente caminaba en silencio.

Pero aún así, si alguien hubiese querido fijarse en la calle donde está figura caminaba.

No hubieran encontrado nada.

La figura no era un Asesino.

Era solo un errante de una noche brumosa.

Después de 20 minutos de caminar, llegó hacia su destino una iglesia abandonada.

Paso sin dudar.

Al momento de entrar, las ombra se dio cuenta de algo, la iglesia estaba desordenada, los asientos habían sido removidos, cambiados por bolsas de dormir.

Los únicos que podía ver despiertos eran dos grupos uno cerca de la cruz de la iglesia que tenía debajo unas escaleras.

La otra venía de arriba del segundo piso, donde solo podía escuchar voces y una tenue luz.

Nadie se dio cuenta de su llegada.

O simplemente no les importaba.

Para todos los demás su presencia era nula.

Y su figura parecía fundirse en la oscuridad.

Sus pasos no hacían ruido.

Incluso parecía que no era capaz de respirar.

Con eso en mente, Issei avanzo, llegando hacia el grupo más cercano.
Por ahora simplemente escucharía. Se quedó ahí sentado cerca del grupo de exorcista que se encontraban jugando al póker, hasta que una conversación le llamo la atención.

"Tsk, no se lo que piensan los caídos, parecen que quieren armar un ejército."

"Es cierto, al principio solo éramos a lo sumo unos treinta. Ahora somos más del doble."

"Maldita sea, esto me dan mala espina, protecciones mis huevos, no se a quien quiere matar, pero debe ser un pez gordo."

"Yo solamente quiero cobra e irme de aqui, ese tipo de Sellzen o como se llamé, me asusta."

"Esta demente, una vez trabaje con el cuando aún no era un callejero, era un completo psicópata."

"Al principio podíamos ignorarlo, pero ahora tengo miedo de poder cruzarme con ese desgraciado."

"Por suerte nuestros 'queridos' amos le dieron una habitación propia al infeliz, la idea de tener que dormir cerca de el, me dan miedo."

"Un posible pez gordo, tenemos que pagar nuestra comida, y estar cerca de un psicópata, la paga simples no alcanza."

"No es como que podamos irnos, el Geass no nos deja."

"Maldita sea..."

Ya habiendo escuchado eso, Issei ya tenía un plan.

No tardo mucho en encontrar la habitación del tal Sellzen, literalmente decía, 'Esta habitación pertenece a Fredd Verga Grande Sellzen NO ENTRAR' por si no tenía que ser más obvio.

Ahora sabía que el verdadero sigilo llegaría, sacando de su manga un cuchillo de cocina, Issei tenía su misión.

Reemplazar a Freed Sellzen

Abrió con cuidado la puerta, por suerte para el la puerta estaba bien cuidada por lo que no hizo ningún ruido al abrirse.

Al entrar pudo divisar a su objetivo, un bulto que sobresalía de la cama.

Berserker IsseiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora