ROYAL

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La celebración pasó entre presentaciones, tragos, bailes y, por supuesto, bailes.
Todo era demasiado formal y elegante, algo a lo que para nada estaba acostumbrada. Si bien, la tía Sana me había acostumbrado a que me tratas en como a una princesa, no era nada en comparación a esto, mi antigua vida en la taberna era más sencilla, sin tantos lujos, sin señores tediosos que su único propósito era intentar ganar algún puesto importante dentro del palacio.

Herman, un hombre de unos 55 años de edad, un verdadero conocedor de hierro, quién además había servido al reino como parte del ejército que en su momento dirigía el padre de Minho. Sin duda volvería a formar parte del ejército junto a dos hijos Park Jisung y Park Demian.

Johnny Suh, un chico de 25 años, de una gran altura, conocedor de todas las rutas del reino. Además de ser bastante encantador y guapo. Este chico formaría parte de la estrategia gracias al conocimiento de las tierras, tanto enemigas como aliadas.

Yuta Nakamoto, un chico adorable, de unos 24 años de edad, secesor de la mater Makona líder de un gran clan conocido por tener barcos rápidos y poder controlar el clima marítimo. Serviría a la hora de transportar.

Oh Sehun, un chico de 26 años, líder del clan Oh, tras las muerte repentina de su padre. El clan Oh, conocido como uno de los más destructores después del clan Seo. Sehun estaba más que dispuesto a servirme, no porque quisiese quedar bien y obtener un puesto más alto, sino que quería algo de guerra, para eso fue educado y esto le venía como anillo al dedo.

La fiesta al fin terminó y con ello la lista de aliados.
Antes de retirarme del lugar, tomé una botella de vino y subí a mi habitación, le pedí a Haneul que no viniera. Entre y puse la botella en la mesita de noche, quite mi vestido y lo aventé en alguna parte del cuarto, solo quedé en mi cómoda túnica y abrí esa botella. Estaba feliz, pero también triste y confundida.
Tenía todo un ejército que sin duda lucharía por y para mí, pero faltaba algo, siempre faltaba algo; en este caso era sin duda, una estrategia. No sabía nada de estrategias, pero irónicamente si de planes, aunque estoy segura de que un plan no es suficiente. Extrañaba a Søren, sin duda lo hacía. Aquel chico me enseñó a sostener una espada, a usarla y a ser una con ella, me enseñó el arte de la guerra pero en ese momento nunca pensé que una simple chica los necesitaría.

El alcohol empezaba a hacer efecto, me sentía adormecida, en unos momentos me sentía muy feliz, en otros triste; pero algo era cierto, me sentía caliente. De repente empezó a hacer demasiado calor y a pasos torpes llegué al gran ventanal y lo abrí. Aunque me encontraba algo inconciente, se que me quedé mirando como estúpida a la figura masculina del jardín, la luz de la luna hacia que su cabello negro azabache brillará y le diera un aire angelical.
Noto mi mirada y volteo a mi dirección, mis mejillas enrojecieron aún más, me adentre un poco a la habitación tratando de esconderme, me di la vuelta en dirección a mi cama y justo cuando me iba a acostar, un ruido me hizo voltear de nuevo, encontrándome con Minho parado en el ventanal, portaba aún su traje negro con detalles rojos y el escudo del clan Lee, su cabellos se encontraba algo despeinado, sus pómulos levemente rojizos por el frío y sus labios.... Se veía jodidamente bien y yo solo estaba mirándolo como si fuese la pintura más bella jamás creada. Me sonrió mientras se acercaba y con ese gesto mis piernas se debilitaron. Ya no estaba ebria, estaba alerta.

-Debería descansar un poco, mi reina-, se acercó aún más a mí y con cada paso que daba, yo retrocedía -. Hoy fue un largo día y mañana nos espera otro-, tenía razón pero mi mente divagaba en ese momento. ¿Debería besarlo?-. Mi reina-. Llamó y dejé de retroceder.

-Amm-. No sabía muy bien si fuese lo correcto, me acerque lo suficiente como para tener que alzar un poco más la cabeza para mirarlo a los ojos-. Estamos solos-, pasé con mi dedo índice todo el contorno de su mandíbula hasta su pecho, dejándolo reposar en ese lugar mientras hacia circulos-. No me hables de manera formal-. Lo mire de forma inocente, aunque mis palabras sonaban sensuales.

Stray Kids y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora