Sin importar lo que pensaran de mí, lo abracé. Abracé su cintura y recargue mi cabeza sobre su pecho, aspirando su aroma, llenándome de felicidad y sellando un pequeño hueco que hasta entonces no sabía que existía en mi corazón. Él rodeo mi cintura con sus fuertes brazos para luego esconder su rostro en mi cuello. Por mi cabeza cruzaban muchas cosas respecto al porque Soren estaba aquí y cómo fue que logro entrar, pero solo me limitaba a disfrutar del contacto con el chico, hasta que se separó de mí y dejo un tierno beso en mi frente, lo último que lo escuche decir antes de volver a mi realidad fue "te extrañé".
-Creímos que no te volveríamos a ver-. Reclamó Chan con recelo, como si lo conociera de toda la vida, cosa que me dejo descolocada.
-También te extrañe amorcito-. Su comentario solo sembró más dudas en mi cabeza.
Pese a que su comentario fue sarcástico, Chan solo soltó un pequeño bufido y seguido se lanzó a abrazar al mayor para posteriormente depositar un beso en sus labios. Abrí los ojos a más no poder, no entendía nada de lo que estaba pasando, ¿Acaso Chan y Soren se conocían? Pues vaya que lo hacían porque se estaban comiendo las bocas, ¿Cómo se conocían? ¿Por qué se conocían?
-Chicos-, Felix llamo la atención de todos en la sala-. Les recuerdo que están enfrente de su majestad-. Su voz me desconecto unos breves segundos de mis propios pensamientos, elevándome en su voz y en qué tan grave podría llegar a sonar.
-Una disculpa su majestad-. Un Soren sonrojado me dedico una reverencia tímida.
Cerré los ojos en un fallido intento de deducir lo que estaba pasando. Suspire frustrada.
-Aunque este bastante confundida por lo que está pasando en este momento, hay cosas más importantes-. Me dirigí a los mayores-. Ahora mi prioridad es mi pueblo. Soren-. Asintió y se acercó levemente al escritorio.
-Antes que nada, me pueden dar un informe de la situación-. Pidió amable y en seguida recibió lo que pidió, Chan se aseguró de no dejar espacio para dudas-. ¿Puedo ver la carta?-. Dudosa la saque del cajón del escritorio y se la tendí.
-Aunque hay algo que no me cuadra dentro de ella-. Mencione, esperaba que el viera lo mismo que yo.
-Tiene razón-. Dejó la carta sobre el escritorio y se apoyó de la misma manera que yo.
-¿A qué se refieren?-. Preguntó el menor de los chicos.
-No tiene sentido que se dirijan a las tierras orientales-. Dedujo Soren.
-Pero es lo que dice en la carta-. Alegó Nakamoto.
-Lo sabemos-. Exprese-. Pero no tiene sentido, en estos momentos están en las tierras del sur, si se dirigen a oriente sería un viaje muy largo por lo cual lograríamos interceptarlos a mitad del camino, justo como habías mencionado-. Explique.
-Pero si eso no sucediera, lograrían llegar y acabar con todo el cultivo, logrando que el pueblo se quedara sin alimentos-. Esta vez hablo el más alto de todos.
Todos nos quedamos meditabundos, cada uno sacando sus propias conclusiones. Realmente no tiene tanto sentido lo descrito en la carta pero si lo ignoramos podríamos estar equivocados y entonces el pueblo moriría antes de siquiera entrar en una batalla real.
Entonces, como si estuviésemos conectados, Soren y yo alzamos el rostro, mirándonos a los ojos y sonriendo, como cuando estábamos en el muelle apreciando los barcos que iban llegando o cuando hacíamos apuestas con algún ebrio de la taberna y sabíamos que ganaríamos.
-La carta esta encriptada-. Soltamos al mismo tiempo llamando la atención de todos.
Me levante y rebusque entre la caja donde mi madre guardaba las tablillas de los clanes, entonces encontré una muy peculiar, con una "D" en el encabezado, la cogí y de nuevo me di la vuelta para quedar frente a los 11 chicos. La coloque sobre la carta, y esta automáticamente se tradujo al hebreo.

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Stray Kids y tu
FanfictionLa mayor parte de las historias basadas en hechos reales. Probablemente las actualizaciones tarden mucho o muy poco. Shipps muchos shipps. Solo léanlo, plox. Faltas ortográficas, unas a propósito, otras por que estoy bien sonsa y pues...