↪ ★ flower petals shaped pain ; maylor short story.

↣ ✿ peony.

"Goodbye love, you flew right by love..."

Roger Taylor, estudiante de universidad en la carrera de ciencias biológicas. No era más que un simple chico con una simple vida, aunque no todo era un lecho de rosas; sufría ansiedad y trastorno límite de la personalidad. Se lo habían diagnosticado ya hace dos años, y eso daba explicación a no poder conversar con personas nuevas, no saber hablar en público o el miedo de estar en un lugar muy concurrido. No estaba solo, tenía a su mejor amigo llamado John Deacon, con quien vivía. Lo estimaba mucho, sólo él lo sabía comprender y siempre le demostraba cuanto lo quería. 

Un mal día, Roger tuvo un dolor muy fuerte en el corazón y en los pulmones. 

Y ahí fue donde la ansiedad se hizo presente, empezó a llenarse de ideas malas sobre morirse o un problema grave en el corazón, rogaba por que no fuera un tumor. 

John lo acompañó al médico, nunca olvidará esas palabras dichas por ese hombre de bata blanca. 

     —Lo lamento mucho, usted tiene la enfermedad de Hanahaki. 

Roger, al no saber lo que significaba eso, preguntó. —¿En qué consiste? 

El médico tomó un portafolio y se lo entregó. Eran radiografías, mostraban como en los pulmones de Taylor empezaban a crecer ramas. 

     —Mire, en sus pulmones están creciendo ramas, pasando por su corazón y próximamente por su traquea. Después usted comenzará a toser pétalos de flores que lastimarán su traquea y le impedirán respirar. 

No podía creerlo, no quería creerlo. 

¿Por qué le había pasado eso? ¿Acaso había inhalado algún tipo de semilla?

     —Aunque esto suene fuera de lo común, esta enfermedad es causada por el amor no correspondido. 

Amor no correspondido...

Inmediatamente ese chico de cabello castaño y rizos se hizo presente en su cabeza. 

Brian May, estudiante de astronomía. Lo conoce justo el tiempo que llevaba de conocer a Deacon; seis años. Eran amigos, a veces solo conocidos porque no pasaban tiempo juntos. Realmente eran contadas las veces en la que los tres iban a tomar un trago o comer. 

A Roger siempre le había gustado May, lo consideraba alguien sumamente hermoso e inteligente. Él era su chico de las estrellas, quien siempre estaba solo a la hora del almuerzo o quien siempre estaba al principio de las listas de alumnos destacados en toda la universidad. 

Pero Brian nunca se daba cuenta de lo que el chico sentía, cada que Roger quería confesarle su amor, el rizado cambiaba de tema o salía con un "Roger, eres un buen amigo". 

     —Así que, ¿cómo se cura esta enfermedad? —mencionó John para darle una esperanza a su mejor amigo. 

     —Hmm, hay dos métodos —dijo el médico con una expresión seria en su rostro—. El primero sería una cirugía, podemos remover las ramas totalmente. Aunque... eso significaría que el joven Taylor no tenga nunca más sentimientos 'puros y lindos'. Quizá nunca más sea capaz de enamorarse de alguien.

John y Roger compartieron miradas, una más asustada que la otra. 

     —¿Y el otro método? —volvió a hablar Deacon mientras puso una mano en la espalda del contrario. 

     —Ser correspondido, al corresponder esos sentimientos frustrados, las ramas empezarán a marchitarse a tal punto que desaparecerán. 

Roger ya estaba mentalizado para morir, no quería esa cirugía. Pero, la segunda solución era posible aún. 

Brian se caracterizaba por estar siempre solo, no se le conocía ninguna novia o ningún novio. Tal vez Roger podría hacer que él se enamorara y de esa manera le correspondiera. 

     —Pero cuidado —advirtió el hombre de bata blanca—, esas ramas no tardarán en crecer más. El próximo síntoma es empezar a toser pétalos. Si los sentimientos que tiene por aquella persona son simples y superficiales, usted toserá solo de un tipo de flor. Pero si lo que siente es un amor puro más allá del cariño, toserá pétalos de diversas flores. 

Roger movió la cabeza en desaprobación, rió sarcásticamente y apareció una expresión de tristeza en su rostro. Sus bellos ojos azules se llenaron de lágrimas. 

John dio las gracias y se retiraron de ahí para ir directo a la casa que compartían. 

Taylor se encerró en su habitación, donde lloró por más de dos horas hasta quedarse dormido. 

Aunque, en la madrugada despertó por sentir una sensación de ahogamiento. Al toser, descubrió que de su boca habían salido pétalos de una peonía.