Estaba ya despierta cuando Dalila fue a mi habitación, era lunes, y eso solo queria decir que sólo faltaban tres días para irmos.
Era el día en que debiamos realizar una clase de "Proyecto informativo" donde con ayuda de unos especialistas lograriamos encontrar a nuestros parientes y esas cosas. Estaba emocionada, pero a la vez demasiado triste. Estaba recordando cada día a mamá, saber que termino así de mal, y que bueno, no era feliz, que se lastimó y al mismo tiempo nos lastimaba a mi y a papá. Papá, era el único que me esperaba en casa, no sabia donde vivía él, pero para eso estaba el proyecto.
Queria que fuera jueves, poder ver el atardecer más de cerca; no como todos los días, que lo veía desde la ventana de mi habitación, no lo podia ver ya que están demasiado sucias las ventanas. Ver a papá, porque lo extraba tanto, demasiado. Cinco años sin verlo era demasiado tiempo, me preguntaba como estaría, si seguía teniendo esa bella sonrisa que se le hacia al verme a mi y a mamá cruzando la calle para ir al jardín. O como me diría de nuevo "Te lo dije". Papá era muy seguro, y antes de que yo hiciera algo siempre me decía que mamá me regañaria, pero claro, en ese entonces yo estaba pequeña, y no hacia caso de lo que me decían, así que cuando llegaba mamá me regañaba demasiado, y luego mi papá me decía " Te lo dije", era lindo cuando me lo decía. También extrañaba que me leyera libros antes de dormir.
Me estaba haciendo demasiadas preguntas, ¿Tendrá papá una nueva esposa? ¿Tendrá papá hijos? ¿Será que papá quiere verme tanto como yo a él? Solo me quedaba esperar.
Recordé que Dalila estaba en mi habitacion, y entonces mire hacia la cama.
- Dalila. - Le dije.
- ¿Si?
- ¿Te espera alguien en casa?
Y tardo demasiado en responder, la veía apagada, sin ansias.
- Claro, mi madre, y mi hermana. - Me dijo con una sonrisa. Pero yo sé que le pasaba algo, no la conocía muy bien, pero sé cuando alguien esta triste.
- Bueno Dalila, es hora de irnos para hacer el proyecto. - Le dije, no quería incomodarla con ninguna pregunta tonta mía.
- Claro. - Me dijo y con una gran sonrisa me tomo del brazo para entrelazarlo con el de ella y nos fuimos.
12:30 pm
Al llegar a la sala, visualizamos que nadie, absolutamente nadie estaba ahí, nos miramos con Dalila y soltamos una pequeña risita inocente.
No sentamos en una mesa y nos pusimos a hablar.
- ¿Dalila, que es lo que más extrañas? - Le pregunté.
- Bueno, extraño a mi hermana, y así, ir a la escuela, a mis abuelos. Extraño ir a la playa y conocer gente.
- Nunca he ido a la playa. - Le dije, y ella me miro con asombró.
- Ann, ¿De verdad? Tendremos que ir, ya sabes, con nuestros novios. - Me dijo, y soltamos al mismo tiempo una risa incontrolable. Dalila estaba loca, en el buen sentido, pero era buena amiga.
- Claro, sólo falta esperar que no nos cambien de ciudad y esas cosas. - Le dije, haciendo un puchero con mi boca.
Ella se río y me dijo:
- Claro que no Ann, no nos van a cambiar.
Ya empezaba a entrar más gente, y yo estaba súper emocionada.
- Buenos días, como ya saben hoy se hará un proyecto informátivo, donde buscaremos a sus familiares, amigos, y tal vez sus amoríos. - Soltó con una pequeña risita. - Verán a los ayudantes en toda la sala, y cada uno tendrá un computador para cada uno. Hay suficientes ayudantes para todos, así que no sé peleen tanto. - Dijo la directora, y se dispuso a hablar con unos ayudantes.
- Dalila, creo que nos tenemos que separar. - Le dije de nuevo haciendo un puchero con mi boca.
Se río y me dijo.
- Si Ann, cuando se acabe podemos ir al comedor, tengo demasiada hambre.
La mire con una sonrisa, se paró y se fue.
Estaba sola, y no quería hacer nada, quería que alguien viniera y me ayudara, espere hasta que un chico me miró, se me hacia conocido, era el chico de sala de emergencias, ¿Por qué no se me hacia raro?
- Hola. - Me dice con una sonrisa.
- Hola. - Le respondí, apenada por lo que había pasado antes.
- Te voy a conseguir un ayudante ¿Si? Para ya sabes, hacer lo del proyecto.
- Claro. - Le dije, aún apenada por lo que había pasado.
Me presentó a un ayudante, llamado Alex, y nos pusimos a buscar información.
- Mira Ann, tenemos algo.
Mire la pantalla del computador y vi a papá, con esa sonrisa que me encantaba.
- Si. - Le dije. -Ese es papá, se sigue viendo igual, lo amo.
- Dice que vive en Chicago. - Me dijo.
- Vaya, no me lo esperaba. - Le dije emocionada.
Buscamos más información, descubrimos números, dirección, todas esas cosas. Así que al siguiente dia debíamos llamarlo y avisarle la sorpresa.
Me despedí de Alex, le di mil veces las gracias y me marche.
Estaba caminando buscando a Dalila, y tropese con alguien, él. Que casualidad, me lo encontraba en todos lados.
- Hola. - Me dice. - ¿Pudiste encontrar algo?
- Si. - Le dije. - Gracias por presentarme a Alex, él me ayudo.
- Tranquila, ¿Y ahora que harás? - Me dijo.
- Bueno, estaba buscando a Dalila, mi amiga, qué ahora mismo no aparece.
- Yo podría acompañarte y buscarla juntos.
- Claro. - Le dije. Y nos pusimos a buscar a Dalila.
***
Gracias por leer.
AA.
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¿Y ahora qué?
Ficção AdolescenteMi nombre es Ann, y odio este internado; me metieron acá por que me intente hacer daño muchas veces, lo cual fue por problemas personales. Mi vida era muy aburrida y monótona, hasta que...