cuatro.

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—P-puedes pasar, es algo pequeño... Pero es lo único que alcanzaba con mis ahorros.

Bambam entró y se quitó los zapatos.

Sí, era algo pequeño pero tampoco le importaba, era un departamento común de universitario.

Yugyeom quitó sus zapatos y puso sus pantuflas de conejito en su lugar, mientras que Bambam sólo estaba en calcetines.

—B-bien... Yo puedo dormir en el sofá, usted duerma en mi cama, está limpia.

Bambam bostezó y negó.

—¿Tú cama es pequeña? De seguro caemos los dos.

—P-pero...

Y luego de tanta insistir, ambos estaban acostados en la cama de Yugyeom, Bambam mirando hacia un lado y Yugyeom hacia el techo.

—¿Bambam?

El mencionado hizo un sonido que indicaba que tenía su atención.

—Bueno... ¿Usted está trabajando en algo?

—En realidad ahora no, pero soy modelo, en este momento me tomé un tiempo.

—¿¡En serio!? —gritó Yugyeom levantándose de la cama, para luego volver a recostarse. —Lo siento...

—Tranquilo.

—Bien, es que, estaba seguro que usted era modelo o algo así, su rostro es muy hermoso y...

—Gracias. —dijo Bambam girándose hacia Yugyeom y riendo.

—Me fui de Tailandia hace muchos años pero siempre trabajo allá y he logrado muchas cosas... ¿Qué tal tú?

—Y-yo... Estudio medicina... No es mi pasión, pero mis padres quieren que siga la tradición y tal, aunque realmente amo bailar, me encanta.

Bambam bufó.

—¿Por qué les haces caso? Tienes que hacer lo que te gusta.

—Bueno, ellos dicen que no soy bueno en eso y no conseguiré nada, creo que tienen razón.

—¡No! Que nadie te diga eso, ¿bien? No dejes que lo hagan... Me vas a enseñar como bailas y te diré cómo pienso que lo haces, seré sincero.

Yugyeom se giró hacia Bambam, quien lo miraba con el ceño fruncido.

—Gracias... Usted es muy bueno... Y-yo...

Bambam rascó su nuca. —¿Tú qué?

—Verá... Usted... Realmente me gusta.

Yugyeom miró atento a la reacción del contrario, pero simplemente bostezó.

—Tú también me agradas.

—N-no... Me gusta en serio, de una manera amorosa.

Y en cuanto lo entendió, su cabeza prendió el foco.

CLARAMENTE ESO ERA.

Bambam levantó la mitad de su cuerpo aún mirando a Yugyeom.

—¿Puedo chuparlo?

Yugyeom abrió grande sus ojos.

Chupar... Qué.

primera impresión. | yugbamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora