primera impresión. | yugbam

final.

Era la graduación de Yugyeom, ya habían pasado meses del todo y la relación de ambos iba de bien, a mejor.

Puede que aún ninguno de los dos se lo haya propuesto... Pero Bambam estaba convencido de que lo haría ese día, ese sería el especial.

Bambam se preparó y vistió para ir a la Universidad de Yugyeom, quien había ido a tempranas horas a su Universidad.

En cuanto llegó, le pagó al taxista y entró al establecimiento. Los universitarios estaban en sus asientos y los invitados en otros, donde Bambam leyó su número y se sentó.

La ceremonia dió comienzo y el director llamó uno por uno a los estudiantes para entregarles su título de lo que haya estudiado cada uno, no sin antes haber dado su típico discurso.

Bambam aplaudió en cada estudiante, pero se levantó de la silla en cuanto el nombre "Kim Yugyeom" Fue mencionado por el Director.

Y así hasta que terminaron y todos festejaron. Bambam corrió hacia Yugyeom, quien lo esperaba con los brazos abiertos.

—Felicidades...

Ambos se envolvieron en un abrazo.

—Yugyeom.

—Dime, hay que ir a festejar con Jaebum y los demás.

El peliblanco sacó una cajita y la puso frente a los ojos de Yugyeom, abriendola en el proceso.

—¿Quieres ser mi novio?

En la cajita había un dije, el cual tenía una "B" en el medio, mientras que Bambam tenía una "Y" En el suyo.

Kim abrió grande sus ojos, comenzando a llorar de inmediato y asintiendo con la cabeza.

—S-sí quiero.

Bambam rió, abrazando y besando las manos de Yugyeom, las cuales cubrían mitad de su rostro.

—Vaya, con qué funcionó. —interrumpió Jaebum a la vez que abrazaba a ambos. —Debo admitir que al principio me quería burlar de ambos, pero me alegro de que acabara bien, por cierto, hoy tendrán que celebrar solos, Youngjae me invitó a su casa, no puedo perder esa oportunidad.

—Bien, ve. —dijo Bambam entre risas al igual que Yugyeom.

Jaebum les guiñó y fue corriendo hacia donde estaba Youngjae, quien al parecer le estaba esperando en la salida.

—¿Quieres ir a beber algo? Para festejar. —dijo el peliblanco con una sonrisa ladina, haciendo sonrojar a Yugyeom.

—Está bien.

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Ambos estaban ya algo borrachos, no en exceso, pero sus rostros sonrojados los delataban.

Además desde hace unos minutos comenzaron sus sesiones de besos, algunos pequeños y otros fogosos, que hacían excitar a los dos.

—Buf... Joder, jamás había sentido algo así por alguien... Admito que en un principio planeaba sólo acostarme contigo, pero realmente me he enamorado. —confesó Bambam levantándose de su silla y acostándose en la cama.

—Ven...

Yugyeom sonrió y corrió hacia el chico, quien ya se estaba quitando la ropa.

—¿Estás seguro que quieres hacerlo?

Bambam asintió algo atontado, poniéndose en cuatro, dejando a Kim boquiabierto.

El pelinegro tomó el lubricante y echó el líquido en sus manos, metió un dedo, haciendo que Bambam gimiera en el proceso, lo metió y sacó rápidamente repetidas veces, el interior de su novio estaba tan caliente, en realidad el cuerpo de ambos estaba a altas temperaturas por el alcohol.

El segundo dedo ingresó, los movió en forma de tijeras, metiendo y sacando al igual que el proceso anterior.

Bambam era un mar de gemidos y estos aumentaron en cuanto sintió cuatro dedos en su interior, su cabeza no pensaba con claridad, estaba hecho un lío de gemidos y jadeos.

Yugyeom esparció el lubricante en su miembro e ingresó dentro del caliente agujero de su pareja, quien tomó una de las almohadas y enterró su rostro en ella para evitar sus fuertes gritos.

—¿Estás bien?

El peliblanco asintió y Yugyeom comenzó las penetraciones, algo lentas, no quería lastimar a Bambam, quien estaba ya en su límite, al tener alcohol en su cuerpo la excitación estaba desbordando por todo su ser, no entendía nada, sólo quería más de Yugyeom y lo pidió.

—Más, dame más...

Kim tomó las delgadas caderas de Bambam y penetró rápidamente, dando en el punto dulce de su novio, a la vez que tomaba su miembro y lo masturbaba.

Bambam nunca creyó que algo se sintiera tan bien, por lo que tomó la mano de Yugyeom deteniendola.

—Espera ah... N-no tanto.

Yugyeom sonrió y siguió en lo suyo, besando la espalda de su pareja, mordiendola y dejando marcas en ella.

En cuanto sintió que se estaba corriendo, lo sacó, haciéndolo en el trasero del chico, quien también se había corrido, manchando las sábanas de aquella cama.

Bambam abrazó a Yugyeom, lo besó y también acarició parte de sus mejillas con sus temblorosas manos.

—Ahora lo entiendo... ¿Sabes qué me gusta de ti?

Yugyeom negó con la cabeza.

—Sé que no necesitaba un pene grande, ni sexo duro... Yo, quería que me entendieran, que me preguntaran si estaba bien... Yo... Sólo quería amor.

Yugyeom acarició el cabello blanco de su pareja, dejando besos en sus labios, los cuales estaban más hinchados de lo normal.

Los ojos de Bambam se cerraron por si solos, quedándose completamente dormido, Yugyeom lo cubrió con unas mantas, no sin antes haber limpiado su cuerpo con una toalla humeda.

Apagó las luces y abrazó el cuerpo cálido de Bambam, quedándose dormido.

Él también necesitaba de Bambam, ambos se necesitaban y amaban, jamás habían pensado que algo así ocurriría en sus vidas, dos pesonas tan distintas... Pero que en sus corazones eran totalmente iguales.