Como era de esperarse el fin de semana no duro lo suficiente para que no se acabara esos… momentos.
Domingo en la noche
-Buenas Noches, mama-le dije a mi madre que estaba sentada, en el sofá junto con mi padre. –Buenas noches, nena- los dos me dijeron- solo sonreí y subí las escaleras. Me tumbe en mi cama, claro, amaba mi cama no diario dormía hay, solo los fines de semana, y diría las vacaciones. Pero vamos a la casa de mis tías y pues nos quedamos a dormir; y no disfruto mi cama como cuando era niña.
Mi celular vibro
*Mensaje de Eduardo*
Hola linda, buenas noches princesa. Te amo jamás lo olvides.
Solo sonreí, y se podría decir que me sonroje un poco. Estaba entre no contestarle, y si contestarle. Así que me decidí y le conteste: *Gracias:) igual…*
Me tumbe en mi cama, estaba pensando todo lo que había pasado con Eduardo, una sonrisa aparecía en mi cara; pero los ojos se me fueron cerrando y el sueño me venció.
-Hija… Hija ya despierta, llegaras tarde- Abrí los ojos lentamente, mire el reloj que estaba en mi buro, eran las *6:30 a.m. * me levante y me mire al espejo para ver mi aspecto al despertar en la mañana, horrible claro, pero me di cuenta que traía puesta la ropa de la noche anterior, me dirigí al baño para tomar una ducha. Salí y me envolví en la toalla, mire hacia la ventana y estaba nublado me encantaban los días así en fin, tome unos jeans negros algo ajustados (ho, como amaba estos jeans) una blusa de corazón gris, tipo ombliguera, unas botas negras/grises/y algo de café parecía. Y mi chamarra de negra.
Peine mi cabello, puse rímel en mis pestañas, y Salí de mi habitación para tomar un jugo, lo que fuera con tal de no llegar con hambre al Instituto, -Buenos días, papa- salude a mi padre sentado en la silla con un beso. -Estoy lista- dije, no con mucho entusiasmo, claro a quien le gustan los Lunes a si claro… a nadie¡
Llegue al Instituto, -Hasta el Viernes, papa- dije saliendo del auto, -Te quiero- escuchar a mi padre casi gritarlo.
Estaba en mi casillero, tomando los libros correspondientes a la siguiente clase. Cuando siento que mis pies ya no tocaban el piso, -Hola, hermosa- escuche la voz de Eduardo,
-Bájame, inmediatamente si no quieres que te dé un buen golpe en am…- me quede callada un momentos –en lo bajos, Eduardo ¡- claro seguido esto, Eduardo me bajo y me planto un beso en la mejilla. Claro que me encantaba que Eduardo fuera así de lindo, tierno, amoroso conmigo, pero no quería que todo la escuela se enterara que estábamos, puede decirse quedando?
-A dónde vas?- lo escuche decir.
–A mi clase, tu no entraras a tu clase?-
-Claro, pero es Biología y odio biología- le tocaba la misma clase que a mí.
…
Después de clase, claro era hora de comer, me senté con mi amiga, Fernanda estábamos platicando, le había contado todo lo que paso el fin de semana, desde que Eduardo me dijo que le gustaba hasta donde me llevó a cenar a ese lugar increíble. Sentí que algo helado callo en mi pantalón y supe que a alguien se le había caído su gaseosa, y claro adivinen de quién era? Si exacto, de Allison,