Mis alas serán tus alas ||Nishinoya Yuu||

||CAPITULO 9||

Le conté todo a Hiriko, estuvimos hablando como 2 horas, me dijó que estaba mala pero que mañana iba que ya estaba mejor. También hicimos videollamada metrás las dos comíamos helado y hacíamos como un concierto con nuestros openings favoritos de anime, parecíamos retrasadas.

Al día siguiente me preparé y fui con Hiriko a la prepa, seguímos hablando de lo de ayer y de lo subnormales que somos. Me sorprende lo mucho que he congeniado con ella. En poco tiempo nos hemos hecho mejores amigas y eso me alegraba mucho.
Llegamos a la clase y nos estaban las tres payasas, era una sensación de satisfacción el que no estuviesen en clase. No vi a Noya pero supuse que llegaba tarde. Mucha gente me miraba mal y no sabía el por qué, me sentía observada todo el tiempo y muy incómoda, supongo que sería por la de moratones que tenía por todas partes por culpa de los golpes que recibí ayer. El profesor vino y todos se sentaron en su sitio, pero Noya seguía sin aparecer, se estaba tardando mucho en venir. 15 minutos más tarde apareció, dijo que tenía una cita con el médico y se sentó, le miré y le di una sonrisa como saludo, él me la devolvió y se sentó en su sitio. Las clases se me pasaron larguisímas, era horrible. Cuando llegó el recreo me fui a la mesa de Hiriko y que era una tardona recogiendo y cogiendo su comida.
--- Si que tardas en coger tu comida --- dije medio riendome porque no la encontraba.
--- Callaté que creo que se me ha olvidado, vale si se me ha olvidado --- salté en carcajadas, por lo que me habá contado no odiaba nada más que olvidar u preciada comida.
--- No te preocupes que te doy yo un poco.
--- Pero era chocolate --- dijo con un puchero y ya si que me empecé a reir como foca, note que se me quedaban mirando, pero es que su cara era demasiado, y encima el chocolate es lo eu más la gusta en este mundo junto con el helado.
--- Bueno luego te compro un poco de chocolate, pero para las dos, no te creas que es para ti solo.
--- Bueno vale --- se levantó con un puchero --- ¿pero yo tendré más no?
--- No, no, lo mismo para las dos.
--- Bueno vale.
Nos fuimos al patio a um lugar para disfrutar de nuestro chocolate, pero como no, tiene que venir alguien a interrumpirnos, bueno, no alguien, sino algo, una pelota de volley me dio en toda la cara, de verdad que tenía muchísima mala suerte.
--- ¡Perdón! --- exlamó una vo conocida --- ¿te has hecho daño?
--- ¡Mi chocolate! --- dije mientras veía mi trocito de chocolate en el suelo lleno de tierra --- ¿cómo te atreves Noya...? ¡Yo te mato! --- le empecé a perseguir para vengar mi pobre chocolatito tirado en el suelo.
--- ¡Perdón! --- dijo mientras corría por su vida --- ¡te compraré otro!
--- ¿De véras? --- dije con una carita de cachorro lo mas mona que podía.
--- Sí, ahora te lo compro.
--- ¡Yey! gracias --- dije mietrás daba saltos de alegría. Fui a coger la pelota pero me paré en seco, volví a recordar todo, no creía que me pudiera afectar tanto lo que me hacía, me empeaban a brotar lágrimas de los ojos, recordé la noche en la que intenté suicidarme, el sufrimieto de mis padres, de mi hermana más pequeña que también adoptaron cuando fueron a España.
--- Ey, ¿estás bien? --- Noya me tocó la espalda y me saco de esos pensamientos tóxicos, sequé mis lágrimas y fingí una sonrisa.
--- Sí, claro que estoy bien --- le dije con una sonrisa bastante forzada --- tomá --- le pasé el balón.
--- Ahora vuelvo con tú chocolate.
--- Okey, gracias --- dios que mal lo pasé --- voy al baño, ahora vuelvo.
--- ¿Segura que estás bien?
--- Sí claro... bueno no, no estoy bien --- y empecé a llorar, me dejé caer en sus brazos y me abrazó.
--- Sabes que puedes contarme lo que sea, ¿no? --- de verdad que había encontrado a una excelente amiga y persona.
--- Claro que lo sé --- dije con una sonrisa triste.

Otro capitulín, me entristecé mucho su pasado y la rata que la hizo todo eso, sobre todo la parte en que se intentá suicidar. Creo que hoy también tendréis otro capítulo. Espero que o esté gustando tanto la histora como a mí.
Chao, besos en su cola

Cecilia