||CAPITULO 8||

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Entramos a clase los dos juntos, y en lo que me dí cuenta ya venían las payasas a protestar.
--- ¿Qué haces entrando a la clase con Nishinoya? --- dijo la payasa que más odiaba.
--- Ay pues no sé la verdad --- dije con tono burlón --- Yo me largo a mí sitio --- y como no lo podía dejar escapar me puso la zancadilla y me caí al suelo, me dolieron muchísimo las costillas y me retorcí de dolor por la cantidad de moratones que tenía en todas partes.
--- ¿¡Qué crees que haces!? --- gritó Noya mientras me ayudaba a levantarme --- de verdad que eres repulsiva --- no pude evitar reirme y con su ayuda me senté en mí sitio, la de cosas que le tenía que contar a Hriko cuando llegase a casa, se iba a aburrir de mí.
--- Gracias por ayudarme Nishinoya --- a veces le llamaba Noya como otras le llamaba Nishinoya, me daba bastante igual.
--- Nada, tenía que hacer algo por lo que te habían hecho antes --- si es que es un trocito de pan.
El profesor vino y Noya le contó todo lo sucedido con ese grupito, las mando al despacho del director y las expulsaron.
Ya habían terminado las clases y como no había venido Hiriko no pretendía quedarme, pero apareció Noya junto con un chico de pelorapada que supongo que es su amigo.
--- ¿Ya te vas? --- pues fijate que estaba en la puerta de la prepa para salirme pero no me iba.
--- Sí, no tengo club y tampoco ha venido Hiriko, así que no tengo ningúna razón para quedarme.
--- Sí que la tienes.
--- ¿A sí? ¿Cuál?
--- Yo, te vas a venir al entrenamiento de volley --- no, no, todo menos eso. Ya le conté todo y sabía mi medo a al volley, no iba a ir al entrenamiento ni de coña.
--- No, no y no, no pienso ir al entrenamiento de volley, ya te conté todo.
--- Venga... y así volverás a amar el volley como lo solías hacer.
--- Que he dicho que no, que me voy a bloquear y me va a dar un algo.
--- Porfaa --- no la cara de perrito abandonado no, era demasiado tierno para mi pobre ser.
--- Bueno vale, me has convencido --- de verdad que tenía que ganar fuerza de voluntad.
Me fui con ellos al entrenamiento, y descubrí que el chico de pelo rapado se llamaba Tanaka, y era súper gracioso, me cayó muy bien. Cuando llegamos había gente en la parte de arriba del gimnasio, pero sobretodo había chicas, por lo que me contaron, una vez a la semana podía haber gente en el entrenamiento. Me despedí de Tanaka y Noya y me fui a las escaleras. Estuve viendo el entrenamiento y varias veces me dieron ganas de ir a jugar, pero seguido de ese pensamiento venían lo recuerdos de Tokyo y me hechaba para atrás. El entrenamiento fue divertido, jugaron varios partidos e hiceron bastante caso a las gradas. En los partidos me sorpredía cada vez que veía al chico de pelo naranja y al cara culo hacer un ataque super raro, era increible.
Cuando terminó me dirigí a la salida pero me agarraron del brazo, me di la vuelta y vi que me agarraba Noya.
--- Esperame anda, que termino enseguida --- pues nada que no me podía ir a casa.
--- Okey ---Le esperé fuera de los vestuarios.
Cuando salió nos fuimos con todos los del equipo a una tienda que era la del entrenador, me ofrecieron comida pero yo dije que no tenía hambre, es que no me parecía bien comer su comida cuando yo no había entrenado. Estuvimos hablando y la verdad todos me cayeron muy bien, eran muy graciosos.
Noya me acompaño a casa orque dijó que no se fiaba de lo que me podría pasar de noche, y la verdad yo tampoco, la ultima vez que fui sola de noche casi me violan, si Hiriko no hubiese aparecido no se que habría pasado.
--- Está es mi casa --- no era muy grande, normal. Eran dos pisos, pero estrecho, en la primera estaba la cocina y un mini salón que casi no usaba, y en la segunda planta estanba mi habitación y un pequeño cuarto de baño --- nos vemos mañana --- dije con una sonrisa --- ah y gracias por acompañarme.
--- De nada --- me dijo con una sonrisa también --- por cierto Netsu --- me sorprení y me giré para verle la cara --- voy a hacer que vuelvas a amar el volley como antes --- me sorprendí mucho con lo que me dijo --- haré que mis alas, reparen las tuyas rotas --- me quedé en el sitio impactada.
--- Seguro que sí --- le dije revolviendole el pelo con una sonrisa --- que pases buena noche.
--- Igualmente --- y ahí ya se fue a su casa. La de cosas que le tenía que contar a Hiriko.

Lo siento, lo siento y lo siento. Me he tardado tanto en acctualizar porque mis queridos profesores no paran de mandar trabajos por el classroom :). Espero que os haya gustado y por haber tardado tanto en actualizar, tendréis más actualzaciones hoy.
Chao, besos en su cola <3

Cecilia

Mis alas serán tus alas ||Nishinoya Yuu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora