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Había empezado bien el trabajo, dejando olvidar aquella charla con Daichi y Sugawara en la sala de empleados. No se podía abrumar de esa forma, debía ser realista y que más de una amistad no iba a tener con Tsukishima.

Se encontraba barriendo el lugar, Tsukishima y Kageyama eran los meseros principales, aunque no sabía como el rubio podía serlo ya que era algo cortante. Pero bueno, era irónico ya que él mismo pensaba que era una persona amable. ¿Acaso cuando nació el médico se le cayó de las manos para ser tan ingenuo hoy en dia? Tal vez.

No le extrañaba que Kageyama a veces se distraía del trabajo ya que su reciente pareja venía todos los días a visitarlo. Y ver esos castos besos o solamente simples acaricias... ¡No! No podía envidiarlos, era su culpa por enamorarse de un ciego que no nota sus sentimientos...pero en fin. Iba a seguir con su trabajo, sonreirle a los nuevos clientes y sacar las tazas y platos sucios de las mesas desocupadas. Aunque, quizás se estaba convirtiendo en un paranoico... Pero sentía miradas tras a sus espaldas.

***

Él no era alguien que espiaba, para nada, pero la curiosidad lo había matado. Sólo estaba pasando al frente de la puerta de la sala de empleados y cuando escuchó a Yamaguchi hablar de él de esa forma... Su mente había quedado en blanco.

Bien, reconocía que era una persona algo tajante, directa, molesta y amargada que le gustaba molestar con sus palabras irónicas... Pero que Yamaguchi pensara de esa forma de él "romanticamente" ...

Estaba loco.

Si, lo estaba completamente.

Yamaguchi era alguien suave, tímido pero que estaba ahí a tu lado por cualquier cosa, hasta se sentía algo culpable por ignorarlo a veces. Pero eran tan diferentes. Yamaguchi había estado a su lado desde que comenzaron a trabajar juntos en los principios de la cafetería. No entendía como una persona como Yamaguchi puede estar detrás de él, de verdad que no lo entendia.

Y aunque no quisiera entenderlo... Se sentía realmente bien. Nunca se había puesto a pensar o ver de forma amorosa a Yamaguchi y de verdad ahora no le desagradaba la idea. Pero, no era bueno expresándose, no era bueno para ser como Kageyama, un estúpido enamorado. Era muy estoico y Yamaguchi se merecía algo mejor, estaba claro. ¿Como podían ser compatibles?. Estaba tan indeciso, con sentimientos que nunca le habían nacido y ahora por haber espiado, y saber que alguien gustaba de ti...si, tenía una crisis existencial gigante.

Y para salir de aquella crisis existencial, preguntándose "¿me podré enamorar?" "¿tengo sentimientos ocultos por Yamaguchi?"... Debía afirmar una cosa.

Yamaguchi estaba limpiando, y ahora por aquella confesión a escondidas lo miraba de otra manera en vez de compañeros de trabajos, ahora era algo como "posible amorío". No quería ser acosador, pero quería descubrir que nacía en su pecho cuando se le quedaba un buen rato mirándolo. Al menos Yamaguchi no se estaba percatando de él.

Ahora podía afirmar algo.

Su corazón latía excesivamente.

Sus mejillas se calentaban cuando veía esa espalda y esa estrecha cintura cayendo por la espalda baja.

Nunca había notado que Yamaguchi tenía pecas en la nuca.

Yamaguchi tenia un buen trase... Mejor eso no.

Bien, Yamaguchi podía ponerlo bobo, como antes Hinata le ponía a Kageyama. No todo es imposible ¿verdad?

¿Podía ser posible enamorarse como un idiota?


Medias lunasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora