4

9.3K 1.3K 1K
                                    


¿Por qué tenía tan mala suerte?

Esto era obra de Daichi y Suga...

¡No se vayan! Queria gritar.

Pero era demasiado tarde.

Ahí estaba, con una pala y escoba en mano, viendo como el albino y el castaño se iban, diciéndole que era su turno de cerrar la cafetería junto a Tsukki, más debían limpiarla. Lo peor de todo es que era el turno de Kageyama de cerrar el local pero tenía una cita con tal pelinaranja. Todo era una miserable mierd...

- ¿Empezamos a barrer o que? - preguntó el rubio interrumpiendo sus pensamientos, y con su típica indiferencia comenzó a limpiar con un paño húmedo las mesas -

- ¡S-si Tsukki! - se apresuró a responder ignorando su tartamudez, para comenzar a barrer la suciedad y el polvo del día, yéndose lo más lejos que podía del rubio y así... No toparse con él y que lo viera tan nervioso -

- no me digas así...- susurró para si mismo y aunque no le gustaba aquel apodo, por muy contradictorio que sonaba, le gustaba que solo Yamaguchi lo llamara de esa forma. Si alguien más lo hiciera... Lo odiaría. Si... Claramente no iba a decir eso frente al pecoso.

Veía a este último barrer, quizás intentando evitarlo ¿era por la charla "super secreta" de la mañana? Tal vez ya que, Yamaguchi parloteaba un montón y ahora, aquellas paredes eran asfixiantes, encerrandolos para que quedaran más juntos en un lugar de tensión. ¿Pero que tensión? No había ninguna...quizás nervios. Como sea, no le gustaba que Yamaguchi estuviera tan silencioso, él era el silencioso, no el pecoso, pero ahora podía saber como se sentia Yamaguchi cada vez que este hablaba y él se quedaba en silencio con los audífonos puestos pero... Apagados.

¡Todo era tan frustrante! Nunca se había planteado una posibilidad de que le gustaran los chicos. Bueno, no le gustaban, ya que, si lo hiciera, hubiera tenido una atracción por Kageyama... ¡Ugh que asco! ¡No! ¿¡Como pudo su estúpida e indiferente mente darle tal imagen!? Definitivamente no le gustaban los chicos, o al menos los tipos como Kageyama. Pero si se replanteaba la posibilidad de que le gustara Yamaguchi... No lo veia tan mal.

Estaba tan sumido en sus pensamientos que ni si quiera se dio cuenta que había chocado espalda contra espalda con Yamaguchi. Este último se sobresalto, diciendo varias veces...

- ¡Tssuki! ¡Oh cuanto lo lamento Tsukki!... Tsukki yo...

Tsukki esto, Tsukki esto otro, Tsukki, Tsukki, Tsukki.

¿Como podia callarlo?

O sea, al fin podía oír esa aguda voz, pero lamentándose por algo tan mínimo como un choque... ¿Yamaguchi lo veia como un tirano o que?... Aunque por su frialdad... Se podría esperar eso.

Su mirada cayó en el susodicho, aquellos labios decir ese apodo estúpido pero adorable, esos ojos asustadizos y esas manos aferrando la escoba. "callate" "callate"...

No esperó más. Sus labios se posaron con los del más bajo, logrando al fin callar sus estúpidas disculpas. La escoba cayó completamente, golpeando el suelo en un sonido opaco, bien vacío, por la soledad del lugar, donde solo ellos dos se encontraban. Labio contra labio, uno más tímido que otro.

Yamaguchi preguntándose en su interior "¿estoy besando a Tsukki?"

Y Tsukishima preguntándose "¿como terminé haciendo esto?"

Ninguno tenía la respuesta, pero sus corazones si.

Cuando se separaron, el pecoso estaba impactado, estático como una piedra o mejor dicho una estatua. ¿Como habían llegado a eso? Sólo habían chocado, él diciendo mil veces por segundo" Tsukki" y de una manera para callarse, el rubio optó por callarlo de esa forma tan... Tan...

- no sé que pasó, pero quería afirmar algo. - ni siquiera mostró una emoción después de aquel beso. Aunque por dentro era un mar de emociones nuevas -

- ¿a-ah?... ¿Q-qué?... - Yamaguchi aún seguía impactado, sin poder creer que su sueño que veía tan lejano se hiciera realidad. No podía dejar de tocar sus labios con aquel cosquilleo que le habían dejado los contrarios - T-tú... M-me...

- Te besé y fue malditamente tan fantástico que ahora puedo replantearme por segunda vez que me gustas.

Medias lunasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora