𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 #4

772 79 95
                                    


Yeih POV

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yeih POV

No, no, no, no.

—Claro, los dejo solos. —dijo Shane sin dudar, y salió, ¿Ahora qué?

—Hola. —saludó el chico del cóctel captando mi atención, yo solo fui a sentarme en el borde de la camilla.

—¿Cómo estás?

— ¿Qué? —preguntó con una sonrisa ladina, dios, amo su sonrisa.

—Te pregunté algo. 

— ¿Qué? — volvió a decir, junté mis cejas sin entender—. Oh, es que no te escucho, ¿Podrías acercarte más? no sé, es una sugerencia;ya sabes, para conversar el receptor debe entender bien el mensaje. 

—Pero usamos el mismo código, no creo que haya inconveniente, ¿No te parece? —le seguí el juego.

— Pues me agrada la comunicación lingüística ¿A ti no?, y creo que para tener ese "contacto" —hizo comillas con sus dedos, reí ante el gesto—. Deberías acercarte más.

—Don Juan. —dije al acercarme a su lado, simuló estar ofendido, llevándose la mano al pecho.

—Impulsiva. 

—¿Crees que es un insulto? sé que lo soy.

—Exacto, y por eso no me queje por lo que acabas de decirme.

—En fin, solo quería saber si estabas bien, y ahora que lo confirmé, me retiro. —afirmé con simpleza, como si fuera tan fácil.

»Y como si no quisieras quedarte. —mi conciencia, siempre molestando ¿Me pasa solo a mi?

El chico del cóctel me sujeta del brazo al instante, aunque lo hace suavemente, lo miro y no puedo evitar fijarme en que estaba frunciendo el ceño, sus cejas eran pobladas pero bien marcadas, y sus pestañas largas (que envidia)

— ¿Tienes algo más que hacer?

»Pues en las noches escribo pensando en ti.

—Nada. 

— Entonces quédate, vamos chica del café, ¿Tan fea es mi presencia? — Hizo un puchero con los labios, dios.

» ¿Le dices tú o le digo yo? —Si, lo sé, a veces mi conciencia tenía mucha razón.

—Ni te imaginas, pero bueno, ya que insistes.

Mi mini mentira se ve interrumpida con la enfermera abriendo la puerta:

—Disculpe la interrupción, la niña insistió. —dice apenada, detrás de ella se asomó una chica, con el cabello negro igual al del chico del cóctel, sus mismos rasgos pero quizás más finos, era hermosa, y no sé si era más hermosa ella o el amor con el que la miraba el muchacho, recordé la mención del oficial sobre su hermana, era ella.

La chica del café y el chico del cóctel. © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora