UNA CANCIÓN

CAPITULO 1

ALLY 

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Leo una ultima la hoja de papel que hace unos días me regalo George, mientras  "Perfume" suena en mi laptop, no quiero levantarme e ir al trabajo, todo por culpa de Benjamín, bueno no es su culpa realmente, pero eso pasa desde hace un mes cuando dijo que me estaba esforzando mucho en el trabajo y contrato a una chica rubia que está comenzando a fastidiarme.

Ella se ha encargado de todo lo que tengo que hacer, mientras que yo pase de ser asistente de los chicos a repartir café a todo el equipo, y la verdad es que no me molesta, pero quisiera hacer algo más además de repartir café.

Suspiro un tanto melancólica porque poco a poco me siento reemplazada, sin embargo, no soy de las que deja tirado el trabajo, así que tomo un poco de fuerza de voluntad, mi bolso y salgo directamente al trabajo.

—Creí que no llegarías— dice Ben en cuanto cruzo la puerta del estudio.

—Solo había un poco de tráfico— me encojo de hombros y voy directamente hacia la cafetería, una vez que tengo los cafés de todos, regreso y comienzo a repartirlos.

—Buenos días—canturrea Blake llegando a mi lado y antes de tomar su café me da un beso en la mejilla y me abraza. Al parecer alguien amaneció de buen humor.

—¿Por qué solo lo abrazas a él? —pregunta George empujándolo para abrazarme. No puedo evitar mirarlo unos segundo de más y sentir que mi corazón se acelera.

—Quiten sus sucias manos de mi princesa— dice Reece quien ahora empuja a George y me abraza— Buenos días, Ally— los miro confundida cuando Reece me suelta, habían estado ignorándome desde hace una semana. Creo que tuvieron buena noche.

—¡Buenos días! — se escucha una voz exageradamente chillona en todo el estudio y como era de esperarse los dos rubios y el castaño me dejan sola para recibir a Estela Johnson , la rubia dramática que contrato Ben. Aprieto los labios y actuó como si eso no me doliera.

—Ellos solo están embobados, no le tomes importancia— dice Joshua susurrando a mi lado. Volteo mi cabeza para verlo y me guiña un ojo. He notado que a él tampoco le agrada Estela, pero reserva sus comentarios como todo un caballero.

—No me molesta— digo para convencerlo de que estoy bien, o tal vez para que me convenza a mí misma.

Lo que resta de la mañana los chicos ensayan unas cuantas canciones. Ben los supervisa, Estela está ayudándolos y asistiéndoles en lo que necesitan. Incluso los chicos tomaron la libreta que ellos me habían regalado para hacer apuntes y se la dieron a ella. Otra vez fingí que eso no me lastimaba.

—Eres hermosa, ¿Lo sabias? — dice Joshua a mi lado. Decidí ayudarlo un poco en lo digital ya que no tengo nada que hacer. Se que lo dice porque no he dejado de ver a Estela e inconscientemente siempre que lo hago me encuentro comparándonos.

—Gracias— susurro, aunque no me lo creo, sé que soy bonita, pero no tanto como Estela, y sé que por eso los chicos están embobados con ella. Somos como todo lo contrario, ella es rubia, de ojos verde claro, alta y esbelta mientras yo soy castaña de ojos miel, de estatura promedio y con más musculo en los muslos y trasero del que me gustaría.

—¿Quieres que vayamos a otro lado a revisar esto? — propone Joshua y asiento rápidamente. Nos ponemos de pie y salimos a la pequeña sala que se adaptó afuera del estudio.

—¿Qué es lo que pasa Ally? — me pregunta Joshua un poco preocupado, incluso ha dejado su portátil y cámara sobre la mesa para poner toda su atención en mí— Has estado triste estos últimos días

—Al parecer eres el único que lo ha notado— sonrío con tristeza y él toma una de mis manos.

—Se que es por Estela— niega con la cabeza a le da un suave apretón a mi mano— no dejes que ella te afecte— hago una mueca y estoy decidida a contarle lo que me pasa porque no puedo con esto sola.

—Siento que soy como el juguete viejo del que se aburrieron y prefirieron al nuevo porque es más lindo— un nudo se instala en mi garganta y me odio por un momento al ser tan sensible.

—Oye, eso no es cierto. A mí no me pareces un juguete, nadie lo es y tú eres más importante para mí— dice y le sonrío. Aunque Joshua es más grande que yo por unos años siempre me ha tratado como una hermana.

—Gracias, pero es que es raro que después de muchos años ser la consentida, ahora me dejan de lado de un momento a otro, incluso Ben, siento que, si algún día dejo de venir, ni siquiera lo notarían— mi voz se quiebra un poco y tomo una respiración para no llorar.

—No digas eso, nosotros fundamos esto, tu estuviste desde un principio con nosotros, eso te hace indispensable— me asegura y recargo mi frente en su pecho. Me envuelve en sus brazos y se siente bien que él siga pensando que soy indispensable cuando los demás se olvidaron de que existo.

—Lo siento, sabes que soy muy sensible a veces— él sonríe y me da un beso en la frente antes de que sigamos haciendo el trabajo de escoger las mejores fotos.

—¿Qué opinas de esta? — me pregunta cuando toma una foto en donde los chicos están hincados en el suelo con expresiones seria, la verdad es que se ven muy bien.

—Creo que esta perfecta— le digo porque es la verdad— ¿Podrías enseñarme a tomar buenas fotos? — le pregunto y el asiente.

—¿Blake no ha estado enseñándote? — pregunta pasando entre sus dedos varias fotos para seguir escogiendo otras más.

—Lo hacía, hasta hace tres semanas cuando Estela dijo que también quería aprender y Blake dijo que daríamos un descanso porque ella era nueva y yo ya sabía algunas cosas — hace una mueca y no dice nada más, lo que está bien para mí.

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PRIMER CAPITULO

Creo que fue algo corto, pero estaré mejorando eso con el tiempo, nos leemos en el siguiente capítulo, no olviden comentar y votar.