CAPÍTULO 20

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George

En el momento que sus labios hacen contacto con los míos se que he perdido todo sentido de cordura, sus pequeñas manos se aferran a la parte delantera de mi camisa, arrugandola, pero no me quejo ¿Quién podría quejarse cuando es besado por una diosa como ella?.

Intente controlarme, de verdad que lo intente, pero en cuanto la vi esta noche, vestida con ese vestido vino, con ese maquillaje tan sutil y su cabello suelto, perdí la cordura. Incluso quiero felicitarme por haber aguantado tanto tiempo controlado. Y es que joder, no puedo pensar con claridad cuando su perfume es tan embriagador y su piel se ve tan suave con la luz de la luna.

Me acerca más hacia ella, sus labios moviéndose al compás de los míos. ¿Quién le enseño a besar a esta chica?. Pequeños gemidos salen de sus dulces labios cuando la aprieto más hacia mí. La beso hasta que la respiración me falta y me obligo a separarme. No se que es peor tortura si dejar de besarla o verla con esos carnosos labios rojos por la sesión de besos que acabamos de tener y las mejillas sonrojadas. Incluso mi saco ha caído al suelo y ella parece ya no tener frío.

—Dime que esta vez no vas a huir— susurra contra mis labios. Mi corazón se aprieta al escuchar la suplica en su voz.

—No tenía pensado hacerlo— uno nuestras frentes. Miro a sus ojos miel y entonces lo entiendo por completo, no puedo alejarme de ella aunque lo intente, nunca he podido hacerlo y aunque tarde muchos años y tuvimos que tropezar con otras personas y vivir nuestras experiencias al fin pude aceptar lo que siento por ella.

Lo que detono todo eso fue verla junto a Brad, de todos los chicos con los que la vi Brad siempre fue el que me preocupaba, más que él imbécil de Andrew, porque se que él la entiende de una manera especial que yo nunca entenderé. Verlos juntos fue como si un millón de pequeñas navajas fueran enterradas en mi pecho pero al mismo tiempo era yo quien las enterraba porque yo mismo fui quien orilló a Ally a salir con él. Pero no me importa, no importa que esté saliendo con él ahora, porque yo la amo, si la amo y voy a decirlo porque no puedo soportar verla con él un solo segundo más.

—Por fin te recuperé — sus ojos brillosos por las lagrimas me conmueven y la tomo de sus mejillas, ahora húmedas y sonrojadas.

—Siempre me has tenido, siempre seré tuyo aún cuando sea un idiota, aún cuando no sepa comprenderte... siempre voy a pertenecerte— su labio inferior sobresale en un lindo puchero y no me detengo al morderlo— Lamento ser un egoísta Ally, pero tengo que decirlo...

—¿Qué tienes que decir? — pregunta en sus ojos reflejados el miedo a mis palabras.

—Yo... siento que siempre lo supe, siempre sentí esto por ti pero nunca fui valiente para aceptarlo porque se que mereces a alguien mejor que yo— continuo ante su atenta mirada— Recuerdo cuando me confesaste estar enamorada de mí. Yo te rechacé y me aleje de ti, pudiste luchar por lo que sea que estaba ocurriendo entre nosotros pero preferiste salvar nuestra amistad.

—Era lo correcto

—Lo era, en ese momento lo era, pero después el karma llegó a mí. Yo... comencé a amarte cuando tu ya me habías superado, entonces tu fuiste la que decidió que fuéramos solo amigos y sentí el dolor del rechazó. Pica y arde, justo aquí— tome su mano y la puse sobre mi pecho, ella dio un suspiro al sentir mi corazón acelerado en su palma.

—Creí haber superado lo que sentía por ti, pero me equivoqué — confiesa y mi corazón se calienta.

—Lo que pienso es que no era nuestro momento de estar juntos. Tu y yo somos fieles creyentes del destino. Pienso que esto fue obra del destino que nos preparo para llegar a este momento en el que ambos estemos en la misma página.

UNA CANCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora