Damon se había levantado temprano para ir al bosque, debía saciar su sed de sangre.
Habían pasado dos días y el todavía no se había comunicado con los Asistentes Sociales. Ni tampoco tenía intenciones de viajar a Londres.
A velocidad vampírica llegó a las profundidades del bosque. El Pelinegro escucho como una rama se rompía.
Damon se oculto para que su siguiente presa no lo viera, sus ojos comenzaron a oscurecerse y las venas a marcarse.
Estaba a punto de saltar sobre su presa pero segundos antes se detuvo volviendo a la normalidad.
— Debes controlar tus instintos— dijo una voz femenina.
Damon enfoco sus ojos en la mujer que tenía delante de sus ojos.
Una hermosa castaña, de piel ligeramente bronceada lo observaba con sus grandes ojos mieles.
La mujer llevaba un vestido azul que se amoldaba a su perfecto cuerpo, marcando su cintura menuda y mostrando sus largas y entornadas piernas.
Quitando los pensamientos indecorozos que tenía Damon, cayó en cuenta de que la mujer, sabía lo que él era.
— ¿Quién eres?— Preguntó con suspicacia el Pelinegro pero sin quitar su típica sonrisa.
La mujer rodó los ojos.
— Eso no interesa...Damon— dijo la castaña sorprendiendo al pelinegro—, porque yo sé quién eres tú y qué eres.
El Pelinegro como era de esperarse se puso a la defensiva. Trato de acercarse a la castaña pero una fuerza se lo impidió.
¿¡Que carajos!?
— Al menos dime tú nombre, Cariño— pido guiñando un ojo Damon, ya desistiendo de su intento de acercarse porque le resultaba imposible.
Hermione no perdía la compostura siempre se mantenía firme, solo que ese Damon la desesperaba de cierta forma porque le recordaba a cierto hurón albino.
— Debes buscar a Liam, de lo contrario lo darán en adopción. — dijo Hermione con seriedad.
— ¿Como sabes de el?— Preguntó Damon.
— Haces muchas preguntas, Salvatore— murmuro Hermione—. Has lo que te dije, Stefan confía en tí.
Damon iba a decir algo pero la castaña en un dos por tres había desaparecido.
Dejando a Damon totalmente desconcertado.
El hambre se le había pasado, volvio a su casa.
Embriagándose hasta más no poder.
No podía quitarse de la mente a aquella mujer mandona.
Porque sí, era muy mandona. ¿Y como había desaparecido?¿Era acaso un tipo de magia?¿Cómo conocía ella a su hermano?
Tantas eran sus preguntas, pero ninguna de ellas tenía respuestas.
Tal vez debería ir a conocer a su “Sobrino”. Por algo Stefan lo había dejado a su cuidado ¿No?
Tomo su computadora, para comprar un pasaje a Londres.
— Listo, ya no hay vuelta a tras — murmuro una vez que presionó comprar.
Esa noche no pudo quedarse quieto, camino de un lado a otro pensando en todo lo que había sucedido esa semana.
Pero sobretodo no podía quitar de su mente esos ojos mieles.
************************************
Hola!Espero que les guste el capitulo;)
Comenten ❤️
ESTÁS LEYENDO
Algo parecido al Amor (En Pausa)
FanfictionDamon Salvatore creia que ya nada más le podía suceder, hasta que en una trágica noche sucede algo que cambiara su vida para siempre. Un jovencito pondrá su vida patas arriba, haciendole cambiar por completo. Cuando cierta castaña llegué al pueblo...