El intruso

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Damon se encontraba observando el techo de su recamara. Habían pasado unos días desde que había visto a Hermione.

No sabia porqué pero algo lo detenía a estar con ella, él ni siquiera la conocía lo suficiente pero esa mujer había causado un impacto en su vida, y eso no le gustaba para nada, no quería sufrir de nuevo con eso llamado “Amor” que le había jodido tanto la vida.

Suspirando a se sentó en la cama, pero sus instintos se pusieron a alerta cuándo escucho un fuerte ruido proveniente de la habitación de Liam.

Preocupado a velocidad vampírica llegó a la habitación del pequeño. Sus ojos se tornaron negros al ver que Liam se encontraba sobre la cama en un estado de Shock y a su lado estaba un encapuchado que sostenía un extraño madero apuntandolo.

Todo sucedió en un segundo, la misteriosa persona que se ocultaba bajo una capa, observo al vampiro y luego sin más escapó por la ventana.

Damon iba a seguirlo pero se detuvo al ver al pequeño que estaba en un trance.

— ¡Liam!— exclamó Damon acercándose al pequeño y controlar que estuviera bien.

Liam tenía la mirada perdida, el vampiro lo sacudió por los hombros intentando hacerlo volver del trance.

— El...el trato de llevarme...— murmuro el pequeño.

Damon frunció el ceño

— ¿Dónde?— Preguntó el Pelinegro

Liam por fin miró a Damon.

— Con mis padres...

(" ')

Ese día Liam no asistió a la escuela, paso todo el día en cama, no quería salir.

Damon estaba de los nervios, no entendía por qué esa persona había buscado a su sobrino.

Era más que obvio que le querían hacer daño o llevárselo, porque le habían dicho que iría con sus padres y estos estaban muertos.

El vampiro tiro de sus cabellos con desesperación esto lo estaba fastidiado, nunca pensó que sería tan difícil encargarse de otro ser humano,  bueno el técnicamente no era un "humano" así que no tenía experiencia alguna de como tratar con uno, ya que si trataba con uno solo era para beber hasta la última gota de sangre.

Sangre...hace días que no probaba sangre humana directamente de uno, no de esas bolsas del banco que no tenían el mismo sabor. Una opción viable también era beber sangre de un animal...pero sería el próximo Bambi.

Recordo cuando le decía a Stefan que si vivía tomando sangre de los animales, estos planearian una revolución contra él.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido del teléfono de línea, que sonaba sin cesar.

— Si?

— Señor Salvatore. Quería saber el motivo de la asistencia de Liam en la escuela— dijo la voz de la directora atraves de la línea.

-— Liam esta algo descompuesto, pero mañana asistirá— respondió Damon sonando convincente.

— Está bien. Es muy curioso porque la señorita Granger tampoco asistió hoy— comento la mujer—. Bueno, nos vemos— sin más colgó

Damon se quedó pensativo, no le daba buena espina eso, ¿y si le sucedió algo malo?...no, no creo, aunque debería echar un vistazo por la casa de la castaña.

— Irás a verla, no?— interrogó Liam desde las escaleras.

Damon lo miro frunciendo el ceño. Liam ya no vestía su pijama, estaba alistado para salir.

— ¿Como sabes que pienso ir a verla y por qué estás vestido así?— cuestionó el Pelinegro acercándose al pequeño.

— Damon...Damon, por si no recuerdas hay un teléfono en mi habitación, escuché tu conversación con la directora y es más que obvio que irás a visitar a la señorita Granger, por el simple motivo de que te gusta...y no trates de decir lo contrario. Por último me vestí así porque pienso ir contigo a visitarla— termino de explicar Liam.

El vampiro estaba sorprendido por las palabras de Liam, recobrando la compostura dijo.

— Está bien, vamos...

Minutos después se encontraban en la puerta del casa de Hermione. Pero ninguno se atrevía a tocar el timbre.

Liam rodando los ojos tocó suavemente la puerta.

Segundos después la puerta fue abierta, pero no era Hermione, era un atractivo rubio.

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Hola!!
Espero que les guste el capitulo.
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Besos 😘

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