FIREFLY

CAPITULO 11

Todo era perfecto asta que un día llegó una colega de Italia, era una pelirroja hermosa, y lo que tenía de hermosa lo tenía de ramera, la cuál al ver a mi hombre, lo comenzó a perseguir, parecía su sombra, cosa que no me hacía ni tantita gracia, hacía todo lo posible por ignorarla, pero era tal su descaro que me chiflaba el hígado cada vez que la veía.
- Hola Nam Joon, que te parece si comemos juntos y después........Mmmm.
- Inna, te agradezco, pero tenemos mucho trabajo, - le decía sin apartar la vista de su proyecto.
- Tenemos? quienes!!!
- Daí y yo, - mirándome fijamente a los ojos.
- Está bien Nam Joon, será en otra ocasión, - rozando su dedo por la mejilla de Nam, me la tragaba viva a esa pelirroja, las tripas se me retorcían y miraba a mi hombre con ojos fulminantes al tiempo que rompía mi lápiz con la mano.

*******

Esa mentada Inna no daba tregua, día con día como jodía, qué no entendía que NO era NO!!!!!! ya la tenía asta el cogote, por su culpa discutía todos los días con Nam , el ambiente en la oficina era tenso.
- Linda no le hagas caso, sólo desea provocarte.
- Es que, es una arrastrada, una maldita ramera, qué no sabe que eres mío!!!!! es una maldita descarada, no le importa coquetear abiertamente, no te rías Nam, que estoy furiosa, - él me observaba con ojos divertidos y con una risa torcida.
- Me encanta verte celosa y con tu cara encendida de furia, te vez tan sexy. - solté el aire contenido en mis pulmones, enrede mis brazos en su cuello y nos perdimos en un largo beso.
- Mi linda Daí, no sientas celos, esto va a pasar muy pronto, sabes que solo te miro a tí y mi corazón y mis pensamientos son para tí cariño.

CONTENIDO ADULTO.

Sus palabras me daban alivio y me derretía entre sus brazos pegada fuertemente a su pecho, doy un paso hacia atrás y comienzo a desabrochar con delicadeza los botones de su camisa la cuál deslizo por sus hombros quedando su torso a la vista, dejando un beso en el área del corazón, él me mira fijamente, y yo recorro con mi lengua el contorno de mis labios haciéndole saber que está antojable y lo deseo, su respiración comienza a agitarse al igual que la mía, mis dedos van recorriendo su piel con ternura asta llegar más abajo del ombligo, su mirada es salvaje como de un felino, va saboreando cada caricia, mis manos
llegan asta el botón y el cierre de su pantalón, lo desabrocho y lo voy deslizando con lentitud junto con sus calzones asta deshacerme de ellos al igual que sus zapatos y calcetines, él gime y se arquea exitándome aún más, dejando expuesto su miembro,

estoy de rodillas ante él, poso mis manos en su trasero para atraerlo hacia mí, con besos suaves, lo introduzco en mi boca chupando despacio, mi lengua lo recorre por todo lo largo jugando con su punta lubricada, haciendo círculos con la punta de mi lengua, escucho su respiración muy agitada y comienza a gemir, lo que estoy haciendo me gusta y él lo está disfrutando tanto como yo, mi boca sigue jugando con su miembro, chupo lento y luego fuerte, mordisqueo por todo lo largo y sigo torturando su punta con mi lengua, en ese ínter yo, ya me he desecho de mi ropa.
- Para linda, para, - su voz se escucha
ronca y entrecortada.
Me sostiene por los hombros para levantarme, y su boca encuentra la mía. Me levanta con sus brazos fuertes y rodeo sus caderas con mis piernas, se posa en el sillón y yo estoy encima de él a horcajadas acomodándome, nuestros movimientos comienzan lento muy lento arriba y abajo, sus manos acarician y aprisionan mis nalgas con fuerza, su boca aprieta y succiona mi pezón con fuerza, uno y luego otro, exitándome y haciendo que eleve la pelvis arqueando mi espalda, conforme nuestra sangre hierve lo ataco con más fuerza una y otra vez haciéndolo mío.
Agitada quedo recostada en su pecho y él me rodea con sus brazos acariciando mi espalda y mis muslos, besando mi frente.
- Daí amor, nunca dudes de mí, soy solo tuyo, - contenta, feliz y relajada esbozo una sonrisa de satisfacción pegada a su pecho.
- Amor, es que no la soporto, como me dan ganas de desaparecerla , quisiera que se la tragara la tierra.
- Qué cosas dices linda, ya no pienses en ella sí? - atrayéndome más hacia él, llevándome en brazos a la cama recostándose a mi lado para perdernos en el dulce sueño, después de haber hecho el amor.

*******

Día tras día Inna acosaba más y más a mi querido Nam, trataba de ignorarla, pero era persistente, en una de esas, nos topamos en el tocador y al verla se me retorcieron las tripas, quería meterle la cabeza en la taza de baño, pero era de sabios recapacitar, tomé aire y trate de controlarme.
- Hola Daí,- me saluda con una gran sonrisa fingida.
- Qué tal Inna, cómo vas con tu proyecto, todo bien?
- Estaría mejor si Nam Joon me ayudase, pero siempre está enfrascado contigo inmersos en sus cosas, nunca los he visto cariñosos, de verdad son pareja? o eso dices para alejar a los depredadores?.
- Querida, nuestra relación sentimental no la mezclamos con el trabajo, fuera de aquí es otra cosa, aquí es trabajo y nada más, no te parece? - palmeando su hombro.
- No me daré por vencida!!! - me decía clavando su mirada en la mía.
- No me retes Inna, por que él nunca te hará caso, él es solo mío y no estoy dispuesta a compartirlo con nadie, me entiendes!!!!!?????
- Eso lo veremos, tengo muchos recursos, - alzando los pechos.
- Jajaja, ingenua, no me hagas reír, te falta más que eso, sólo inténtalo y me vas a conocer, - dejando un pequeño recuerdo en su hombro saliendo del lugar con pasó firme.
Me hierve el hígado, maldita puta desgraciada, no me había percatado de que Nam me seguía con la mirada, me le quedé mirando y negué con la cabeza, con cara de duda se acerca a mí.
- Qué pasa linda, estás bien?
- Sí amor, sólo fue una pequeña charla con esa maldita bruja, en casa te cuento todo, - me toma de la mano para besar mis nudillos apaciguando mis demonios que amenazaban con salir.

Se encontró el cuerpo sin vida del arquitecto Jan Dubois de 25 años de edad aproximadamente, al parecer lo arrojaron en la tina de concreto de la construcción que él llevaba a cabo, después de presentar fractura craneal, extracción de globos oculares y extirpación de su miembro viril. No sé encontraron testigos.
Se sigue con la investigación.

*******

Nam y yo nos enfrascavamos en el nuevo proyecto junto con los demás, tratando de hacer a un lado a la maldita bruja, cada vez que ella se coloca al lado de Nam, este discretamente buscaba otro sitio para seguir trabajando o se perdía en la charla con los del equipo, yo seguía a Inna con la mirada, veía cada movimiento, sabía que esto no iba a durar mucho.