Capítulo 5

744 56 16
                                    

Alucinando

Mimi a esas alturas del concierto estaba alucinando. Nunca hubiera podido imaginar que esa cantante, que tampoco es que hubiera oído su música más allá de su hermana, esa artista estaba levantando y haciendo gritar a un estadio entero sus canciones. Y la gente podrá pensar qué, bueno, son sus fans, normal que estén así. Pero no, la rubia veía algo más, notaba un ambiente raro, pero bonito, alegre, y emocionante a la vez.

Y bueno, hablando de emocionante, lo que más le emocionaba a Mimi es esos momentos, era ver cómo estaba disfrutando su hermana. Eso si, la chica mañana iba a estar un tanto ronca, pero a ella de momento le importaba más bien poco.

– ¿Oye esta canción no es...?.

– Sí – respondió riéndose y gritando a la vez – la que me enseñaste a bailar para subirla a tik tok.

Mimi se rio porque recordaba aquel día. Su hermana se presentó en su habitación toda preocupada pidiéndole por favor que le enseñase a hacer un baile, si, un baile que por lo visto estaba haciendo ahora, ¿medio twitter?. Bueno, el caso es que fue una tarde intensa. Entre que ella no sabía qué le pasaba a su hermana en los pies ese día, que había un paso que tenía que cruzar los pies, nada, un segundo, pero es que siempre se tropezaba y la mayoría de las veces acababa en el suelo. Claro y pues a Mimi le entraba la risa, y si le entraba a Mimi, pues también le entraba a Valentina. Fue ya por el final de la tarde, un paquete de galletas entero y un par de refrescos, cuando por fin Valentina consiguió hacer bien el baile y se pudo grabar para subirlo a tik tok. Que en realidad era una app que nunca le había hecho mucha gracia, pero últimamente cuando se aburría -y teniendo en cuenta que era verano, mucho- pues se ponía a mirarla y a subir algún que otro vídeo en ella.

Y al final, con la tontería del baile, la rubia se acabó aprendiendo la canción, y ahora estaba allí dándolo todo, saltando y bailando junto con su hermana y los miles de personas que al igual que ellas, se habían levantado temprano para ir a hacer cola con una calor terrible, para estar ahora allí viviendo el concierto.


***

Estaba terminando.

La última canción.

Estaba ya cantando la última canción del concierto, y el público lo sabía, por eso se estaban dejando la garganta cantando cada palabra y haciendo los coros.

Última nota.

Último solo de guitarra.

Miriam. Después de darlo todo en el escenario. Ahora, dado el final de su concierto, habiendo terminado de cantar su última canción. Se encontraba en el suelo, arrodillada ante su público. Intentando contener la emoción por no llorar, pero eso era algo prácticamente imposible. Demasiadas emociones.

Mimi, desde otra perspectiva, tras las vallas. La veía y pensaba que si, que podía sentirse orgullosa de todo aquello que había logrado. Porque ella en realidad no conocía su historia, lo que le había costado o no llegar hasta allí, a cuantos gilipollas se habría cruzado que le hubiesen dicho que no iba a ser nada, que nada de eso merecía la pena. Pero no hacía falta conocer ninguno de esos detalles para saber que, llegar hasta ahí, cantar ante un Wizink lleno de gente, que cantan, bailan tus canciones, eso no lo conseguía cualquiera, y por eso, quizás, era por lo que la veía y en cierta parte la admiró durante ese rato que la vio subida a un escenario.

***

– ¿Y?

– ¡¿Y?! – se giró Valentina hacia su hermana – como qué ¿y? – preguntó de nuevo esta vez un poco más exaltada – Mimi ha sido la ostia – levantó los brazos eufórica, haciendo que su hermana por los pelos esquivase el golpe que habría ido hacia su cara – pero la ostia de verdad eh, no la ostia mala esa que ...

ELLA | Miriam²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora