9. "Vuelta a casa con sabor amargo de unos labios distantes"

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Volvimos a casa, diferentes, con el muro de hielo que puse para evitar acercarnos.

No sé qué ocurre conmigo. ¿No puedo simplemente odiarlo y nada más?

Me estoy quemando entre lo que debo hacer y lo que quiero hacer cuando lo tengo cerca mío.

***

Estamos con Oriko sentadas en mi living viendo el maratón de "The walking dead", comiendo palomitas y helado de fresa y chocolate -un bote entero para ser exactos -.
Estoy concentrada en la serie, cuando Oriko sale con sus arranques de detective:

-Me has contado todo lo que ocurrió entre ustedes en Praga, pero lo que aún no entiendo es por qué estás tan nerviosa al tener que enfrentarlo el lunes en la oficina... ¿No era que iba a ser fácil llevar tu venganza? -Es todo; Oriko toca mi fibra sensible. No puedo seguir negándolo y luchar contra la corriente.

-¡Sí! ¿De acuerdo? Creo que me enamoré del maldito de Jones... Yo... No pude evitarlo. -Caigo rendida en el sofá, después de levantarme de forma abrupta a confesar mis sentimientos hacia Oleg.
Nos quedamos en silencio, sin saber bien qué decir luego de gritar a los cuatro vientos lo que mi consciencia y corazón tanto quieren acallar.

Narrado por Oleg Jones:

Es real... Lo que me hace sentir Tefik con cada beso, cada toque... Ella caló hondo en cada fibra de mi ser. Jamás creí que volvería a sentir esto.
La primera vez que casi llegué a enamorarme por completo fue con Luce, esa chica que casi rompió mi corazón y huyó de mi vida, desapareciendo como si nunca hubiese existido en ella...
No volví a saber de ella desde entonces... Si aún recuerdo cuando la conocí, en la playa; ella amaba ese lugar al igual que yo lo hacía.

Estoy sentado en la arena, es un fin de semana lluvioso, por lo que no hay casi nadie en la playa, el único loco que se encuentra aquí soy yo, que ama la soledad y el paisaje desolado que se refleja en mis ojos. Pero, resulta que no estoy solo... No totalmente: Una chica de cabello castaño oscuro ondeando al viento capta toda mi atención; me acerco a ella lentamente, mientras me decido si hablarle o no...

Nunca, en mis veintiséis años fui rechazado por ninguna mujer... Pero, por alguna extraña razón, esta chica parece diferente. Así que no lo dudo más y me acerco a ella sin pensarlo dos veces.

-¿Por qué tan sola y triste? -le digo con toda la soltura que me caracteriza.

-¿Por qué no estarlo? -me responde inexpresiva y algo molesta por la osadía de meterme en sus asuntos.

-Tienes razón... Es necesario estarlo de vez en cuando para conocer más acerca del alma...

-¿Acaso eres poeta? -me replica con cierta burla  en su tono de voz. La verdad es que esta pelinegra me está poniendo las cosas difíciles ahora.

-No soy poeta, pero sin ir más lejos, creo que tú estás tratando de encontrar respuestas -expiro con calma, como adivinando de qué va su predicamento-. Me llamo Oleg Jones.

-Yo soy Luce. Luce Ellar. -me suelta su nombre como si nada, y por alguna razón, me hace pensar en estrellas y galaxias.

Una estrella fugaz pasando por mi caótica y rutinaria vida.

Y así fue como empezó todo con Luce, tan impredecible como cuando ella decidió terminar con ese sentimiento que apenas iba naciendo y creciendo cuando ella optó por ponerle punto final de forma inexplicable y abrupta

El final (Libro 1, Saga Broken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora