El final (Libro 1, Saga Broken)

8 El viaje (Última parte)

El segundo día de turistas, la pasamos en el pueblo medieval de Cesky Krumlov, que no se encontraba demasiado cerca de Praga, pues estaba a 176 km al Sur, a dos horas y media en coche; lo que hizo que Jones y yo madrugáramos para poder hacer la excursión.
Nos llevó todo un día visitar el pueblo con toques medievales, el cual tenía un emplazamiento increíble, en un meandro del río Moldava y rodeado por una colina donde se hallaba un imponente castillo.

En nuestro último día en la ciudad mágica de Praga, yo decidí cuál sería nuestro último destino: los castillos de Karlstejn y Krivoklat.

-Destino de princesa...

-¿Disculpa? -agrego a los murmullos de Jones, mientras seguimos al guía a nuestro último lugar por visitar, Krivoklat.

Ya habíamos paseado por el gran y basto castillo de Karlstejn, de estilo renacentista, y el cual fue remodelado, según nos explicó el guía, en el siglo XVI y destaca por su majestuoso emplazamiento sobre una colina.
En este segundo castillo, de estilo gótico, estoy viendo maravillada los distintos ambientes dentro del extenso Krivoklat, cuando un atrevido Jones "me rapta" hacia los corredores, mientras que el distraído guía da la vuelta con el resto de las personas que van de turistas.
Jones me jala buscando una habitación abierta, cuando la encuentra, me obliga a entrar, cerrando la puerta detrás.

-¿Acaso estás loco? -lo acuso con el dedo en su pecho.

-Si lo dices por el lugar... Es excitante. Jamás había hecho esto en un maldito castillo. -Adelanta una maniobra para agarrarme del cuello y... ¿besarme?

-¡Alto! Ni lo sueñes, Jones: no voy a dejar que me beses, y menos aquí... -Intento sonar decidida. La verdad es que me estoy muriendo por probar esos labios carnosos de nuevo. Pero no puedo ceder... No ahora.
Hace caso omiso a mi advertencia, y me besa... lento y hambriento. Nuestras lenguas se mezclan en un perfecto enrosque que destila fuego y pasión.
Me rodea con sus brazos y me empuja más hacia él. El beso se intensifica y pasa a otra tonalidad más caliente cuando enredo mis piernas en sus caderas y me aprisiona contra la pared.
Despierto de ese jodido y sensual encuentro, acordándome que es un lugar casi público.

-Detente. -Logro decir entre jadeos.

-No quieres que lo haga... -exclama él con la voz entrecortada.

-¡Debes hacerlo! Recuerda dónde estamos, Oleg...

-¡Maldito castillo! -Parece pensarlo mejor, y se separa de mí como si no quisiera hacerlo nunca -. Esto no ha terminado. -me susurra al oído. Abre la puerta, y ya somos libres de caminar y reencontrarnos con el grupo que está a punto de salir del castillo.

<<¡Dios! No debería ser yo la que desee sus besos y su toque. Aunque esto se me esté yendo de las manos, no voy a frenar mi venganza ahora que todo parece estar saliendo a mi favor.>>

-¡Debes decírmelo! ¿Quién es? Sabes que no pararé hasta que me lo digas, Luce...

-Se llama Oleg Jones, ¿de acuerdo? No quiero que te metas en esto. Sólo déjame manejarlo a mí...

>>Te prometo que si las cosas se ponen intensas, lo apartaré de mi lado, ¿vale? -me dice mientras caminamos por esa playa que tantas alegrías nos dio de pequeñas.

-No es tan simple, ¿si él te ama? ¿cómo podrás dejar todo eso sin decirle la verdad? Tiene derecho a saberlo, Lucien...

-¡Créeme! Oleg Jones nunca se enamora de ninguna mujer... Y yo no seré la primera en romper con esa racha. -Me abraza y dejamos el tema de lado, para seguir disfrutando con nuestros pies de la arena mojada.