Butterfly - 『Jungkook, Taehyung & Jimin 』 ✅

Capítulo 2 ➣

Primer día de secundaria.

— Jimin, ¡venga!

Taehyung y Jungkook habían ido a buscar a Jimin para su primer día en la nueva escuela.

— Ya voy — gritó bajando las escaleras.
— Adiós abuela — se despidió con un beso en la mejilla y cerró la puerta.

Jimin vivía sólo con su abuela. Sus padres trabajaban en un proyecto en Japón desde hace dos años. Por lo tanto Jimin tuvo que mudarse con ella.

No era algo que le disgustara, para nada.
Sus padres eran buenas personas pero su abuela le brindaba ese cariño que sus padres no podían.

— ¡Vamos Chimchim!

Los tres corrieron para no llegar tarde.

Ring ring.

Sonó la campana que indicaba el inicio de las clases.

— Justo a tiempo — dijo Jungkook exhausto de correr tanto.

— Bien clase, hoy tenemos tres alumnos nuevos. Por favor presentaos — habló el profesor apartándose para dejarles paso.

— Hola, soy Jeon Jungkook — dijo con un semblante serio — . Espero que nos llevemos bien — finalizó con una sonrisa sacando algunos suspiros de varias chicas.

— ¡Buenas! , mi nombre es Kim Taehyung, ¡estoy deseando conoceros y ser amigos ! — exclamó con su característica sonrisa cuadrada.

A continuación fue el turno de Jimin.

— H-hola, mi nombre es P-Park Jimin.
El rubio siempre se ponía nervioso en las presentaciones, Taehyung y Jungkook le sonrieron en forma de apoyo.

— Encantado de conoceros y trabajar con vosotros.
Miró a sus dos amigos los cuales le hicieron gestos de que lo había hecho perfecto.

— Muy bien, sentaos y abrir el libro por la página 12...

(...)

Los tres coreanos habían conseguido llamar la atención de sus compañeros.
Estos se les acercaron enseguida para hablar con ellos.

— ¿ Y ese colgante? — preguntó una chica a Jungkook.

— Yo tengo el mismo — respondió Taehyung señalando su muñeca, pues él lo llevaba como una pulsera.

— Jimin también lo tiene, ¿ a qué es bonito? — dijo orgulloso.

Conforme avanzó el curso, los tres se hicieron muy populares.

Jungkook entró en el club de kárate, Taehyung ingresó en la banda tocando el saxofón y Jimin en el club de baile.

A pesar de realizar actividades distintas, se les conocía por estar siempre el uno al lado del otro.

Cuando Jungkook tenía un combate, en los primeros asientos podías localizar a los mayores animándole con todas sus fuerzas.

— ¡Vamos kookie, tú puedes!
— ¡Eres el mejor!

Sus gritos animaban mucho al pelinegro aunque no lo quisiera admitir.

— N-no me llames kookie, suena muy infantil — se quejó apartando la mirada.
— Oh vamos, si te encanta — replicó Jimin despeinado su pelo.

En los conciertos de Taehyung, Jungkook y Jimin acaban con las manos rojas de lo fuerte que aplaudían.

— ¿Necesitáis hielo? — preguntó riendo el castaño.

Y en las actuaciones de Jimin, los halagos y ánimos de Taehyung y Jungkook no faltaban.

— ¡Ese es mi amigo!
— A qué el rubio de la pirueta es el mejor — ( afirmaba más que preguntaba) Jungkook a la gente.

— El último paso me ha salido mal — dijo Jimin agachando la cabeza.

— ¡Pero que dices tonto, si te ha salido espectacular! — exclamó dándole golpecitos en la espalda.

Su amistad estaba por encima de todo, y aunque de vez en cuando pelearan, al final, todo se solucionaba enseguida.
Porque si Taehyung y Jimin discuten, Jungkook está ahí para ayudarles. Si Jimin y Jungkook se enfadan, Taehyung está ahí para solucionarlo. Y si Taehyung y Jungkook se pelean, Jimin esta ahí para apoyarles.

— Yo de mayor quiero ser policía.

Los tres chicos se encontraban en el monte Sonyeondan.
Era su lugar favorito, iban todos los días después de clase. Allí hicieron aquella promesa.

Taehyung estaba tumbado sobre el césped con los brazos en la cabeza mirando al cielo.
Jungkook por otro lado estaba sentado con su espalda apoyada en un árbol.

Este relataba con entusiasmo el trabajo que desempeñaría en un futuro.
Y Jimin se encontraba recostado escuchando atentamente al pelinegro.

— Atraparé a todos los criminales — Jungkook pegó dos puñetazos al aire imitando una pelea.
— Y seré el policía más famoso de todo el mundo.

— Pues yo seré neurocirujano — dijo Taehyung — . Eso es mucho más interesante que ser policía. Y así podré curarte esas neuronas que te fallan — dijo refiriéndose a Jungkook.

El coreano le tiró una piedra pequeña al castaño, y luego al rubio por reírse del comentario de Taehyung.

— Y tú Jimin, ¿qué quieres ser de mayor? — preguntaron curiosos.

— Pues la verdad... a mi me gustaría abrir una academia de baile y enseñar a los niños — respondió mirando al cielo.
— Y ya que estamos, podríais apuntaros, haber si mejoráis un poco — vaciló con una sonrisa burlona.

— ¡ Ehh ! — exclamó indignado Jungkook — . Eso díselo a Tae no a mí.
— ¿Perdona? — Taehyung se llevó una mano al pecho.

— Chicos — hizó una pausa dándole suspense al asunto — . Los dos lo hacéis igual de mal — dijo riéndose.

Taehyung y Jungkook se levantaron y comenzaron a perseguir al rubio.

— Maldito Jimin — exclamaban mientras el rubio reía.

Cansados de correr, volvieron a tumbarse en el césped mirando al cielo.

Observaron las nubes y comenzaron a decir a que se parecían para pasar el rato.

Pasados unos 10 minutos el móvil de Jimin vibró indicando que tenía un mensaje.

— Chicos — dijo Jimin una vez revisó su teléfono —, mi abuela ha hecho mochis.

Los tres se levantaron del suelo y se acercaron.
Se miraron a los ojos y una sonrisa ladina apareció en sus rostros.

— ¡El último que llegue se queda sin! — gritaron a la vez mientras emprendían rumbo colina abajo.

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Eran tiempos felices.

Ojalá hubieran sabido aprovecharlos.