Ella (Poemario Terminado)

Ganas de vida

Se me antoja escribir.

Me apetece inmortalizar mi alma.

Quiero caminar, con andares desenvueltos por mi huerto.

Deseo hacerme mía, justo como lo es la tinta del papel. Entenderme.

Ahora, aquí en mi máxima plenitud, acostumbro a mancillar sin querer, mi aurora entre tanta sombra fría. No me aguanto, yo lo quiero hacer... hacer de mi piel, el poema, para reconocerme en él, mejor que en el espejo. Por ello y por más, sacrifico inútiles lágrimas y enciendo mi fe, en lo poco que me queda de vela.

Se me antoja padecer de insomnio para leer los mensajes que nunca le escribí a él. Deseo comerme menos las fantasías y hacerlas, mejor, un sostén de mis pechos repletos de ironía.

Quiero yo, más... de lo que se explica en  suspiros y no en letras incautas e improvisadas.

Lo afirmo, lo sostengo:

¡Dame más!

Pero no de lo mismo. Ya me sé el diálogo con mi fantasma... y las torpezas de estos pies, rotos de tanto andar y no llegar.

Quiero más, incluso aquello, que no puedo escribir porque nadie me ha enseñado a leerlo.