Cartas de Amor

Amar Tu Caos Y Amar El Mío

No te amo solo por lo bueno que tenés, sino también por tus defectos. Todo lo que te conforme, lo que me relaja, hasta lo que me exaspera.
Amo de vos hasta lo que suelo odiar del ser humano.
Me enamore de tus demonios y de tu infierno. De tu mal carácter y tu mirada de odio. De lo bruto que podes ser con las palabras. De tu locura y lo imposible que soles ser.
De tu melancolía y dolor, aunque me partan el alma. Hasta que no las sanes, son parte de vos, y también las amo, y te voy ayudar a sanarlas.
Porqué si no sigo amándote hasta en la guerra y tú caos, realmente te amo? Me voy a quedar a tu lado aunque tu guerra se convierta en genocidio.

                          - - - - - - - - -

Insuficiente? Vos?
Mi amor, vos sos mas que suficiente para mi, sos todo lo que quiero. Porque, sabes que es todo lo que quiero? Que me ames tal y como soy, que me elijas todos los días como yo hago con vos. Ya con que me ames, estés a mi lado, y quieras tu vida conmigo, me es más que suficiente, cada uno ama a su manera, pero no por eso no me amas de una manera sincera y resistente. Nunca más pienses que sos insuficiente para mi, vos me diste lo más hermoso que me podías haber dado.

                       - - - - - - - - -

Si vos te animas a quedarte conmigo, lo único que te pido es esto:
Ámame con mis defectos, con mi mal carácter. Enamórate de mi mirada furica, de lo mandona que puedo ser. De lo torpe que a veces soy con las palabras. Enamórate de mi amor intenso (es lo mas puro que puedo darte). De mi soledad, del fuego que emano y de mis tormentas. Ámame con mi locura nata y mis transtornos mentales.
Enamórate del caos que puedo ser, de las guerras que provocó cuando algo me molesta. Enamórate de mis dramas y lo sensible que soy.
Quiero que me ames por todo lo que en verdad soy. Que me ames hasta de todo lo que odias de mi.

Porque enamorarte de lo tierna que soy, de mi sonrisa. Y de cuando estoy bien y soy agradable, cualquiera puede. Cualquiera puede enamorarse de mi lado bueno y dulce.
Pero no cualquiera se anima amar el infierno y los demonios del otro.

                                     Melanie Rigazzi