En un mundo de grises.

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Me encontraba en casa arreglándome tal y como Ricardo me lo había indicado, sin exagerar y con ropa cero entallada, eran las recomendaciones que el me había dado para que me dieran el trabajo que el había conseguido para mi.

Termine de arreglarme, tome mi bolsa, mis papeles y llaves, fui corriendo a tomar un taxi para ir al restaurante donde me esperaban para la entrevista al nuevo trabajo que tendría. 

Quedaba un poco lejos de casa y para variar iba tarde, tenía muchísimo frío y además estaba nerviosa, pensaba en si sería buena idea, no me sentía segura pues no iba maquillada, la ropa no me favorecía, pero esas eran las indicaciones. En el camino venia terminando de llenar mi solicitud de trabajo en la cual me equivoque, pensé "seguro por este error no me dan el trabajo" me resigne y trate de calmarme. 

Llegue al lugar donde se encontraba el restaurante, lo investigue un día antes, trate de ver como era la entrada, que pinta tenía el lugar, pese a que Ricardo era mi amigo ya desde hace unos 2 años no terminaba de confiar en el, tenía miedo de que me fuera a jugar chueco.

El restaurante se encontraba dentro de una universidad la cual por lo regular los fines de semana estaba un poco vacío, a menos que hubiese partido o algún evento cultural. 

Camine hasta llegar a la entrada del lugar y me recibió una chica con el cabello medio teñido de rubio le calcule unos 24/25 aprox. 

-Buenos días, estoy buscando al chef Will - Intente poner mi mejor cara y regalarle una sonrisa a la señorita. La cual no fue correspondida ya que ni siquiera volteo a verme.

-El chef no viene el día de hoy, pero si gustas subir a preguntarle a la señora Dalia o a la señora Raquel, ellas podrán ayudarte- me señaló por donde y me dirigí a la puerta, no me terminaba de agradar el lugar pero ya estaba aquí no podía irme. 

Llegue a la entrada del salón del restaurante y vi a una señora con un sombrero café y un abrigo café con negro se veía bastante calientito y ella se veía muy arreglada. 

-Buenos días, en que la podemos ayudar señorita? -Preguntó aquella señora del sombrero fue amable hasta que le comenté que venía por la entrevista que el chef Will le había mencionado a Ricardo para el puesto de cajera en ese lugar. 

-Podrías tomar asiento, mi nombre es Raquel en un momento regresó contigo, la que realiza las entrevistas es mi hermana Dalia, ella llega aproximadamente a las 11 a.m.  - Me señaló una mesa del salón y me dirigí ahí, ella se dirigió hacia el fondo del salón a un tipo cubículo, supuse que ahí sería mi lugar de trabajo si me quedaba con el empleo claro. 

Estaba muy nerviosa, todos los meseros y cocineros me veían como si fuera un bicho raro, pase al rededor de media hora ahí sentada. Hasta que Raquel regresó. 

-Mira vas a llenar estos formatos - me dio unas hojas eran aproximadamente 8 hojas- llena lo que puedas y en cualquier momento vendrá la señora Dalia a realizarte la entrevista, 

-Si, muchas gracias- le sonreí y me dedique a llenar las hojas que me dio, realmente no eran tan complicadas, eran más enfocadas a lo que hacía los estudios que había tenido, mis trabajos anteriores. Preguntas sobre que haría si estuviera en tal situación. Estaba tan concentrada contestando las hojas que no me había dado cuenta de que el personal ya se encontraba en su hora de comida. 

Termine de contestar las hojas y volteé al centro el salón en espera de que llegará la señora Dalia, empecé a ver al personal y ellos también me veían a mi. Pude observar a la chica de la entrada sentada en una mesa para dos personas frente a él. Un muchacho con uniforme de cocinero, demasiado atractivo para mi gusto. 

Me detuve a observarlo, cabello negro, piel morena, extremadamente delgado y con una sonrisa increíblemente perfecta. Dejé de verlo y pensé debe de ser su pareja, por eso se sentó con ella. Deje de verlo y comencé a revisar mi celular. 

-Buenos días, ¿Cómo te llamas? - Escuche una voz de una mujer, volteé y supuse era la señora Dalia. 

-Buenos días, soy Sophie. -le intente sonreír a aquella señora que parecía que estaba enojada con el mundo y que nada le parecía correcto. Comenzamos con la entrevista

-Bien Sophia, cuéntame de ti, edad, trabajos anteriores, nivel de estudios, quien te recomendó con nosotros, como te enteraste de este lugar, y si crees que la experiencia que tienes sea suficiente para darte el empleo, una vez que termines con tu parte yo te contaré acerca de este lugar y veremos si a ambas y a la empresa le conviene que estés aquí. - Empecé a ponerme nerviosa, no quería hablar, ni siquiera estaba segura de querer este empleo ó que mi experiencia sirviera de algo para estar aquí, le di prisa y comencé a hablar sobre mi.

-Mi nombre es Sophia Salmon, tengo 19 años. Termine la preparatoria hace 2 años, aún no he decidido si quiero seguir con mis estudios - Mentí, si quería seguir estudiando, pero en las recomendaciones que me dio Ricardo una de ellas fue no decir que quería seguir estudiando ya que no me darían el empleo si solo me quedaría poco tiempo- Trabaje en una pastelería, como cajera durante dos años, salí por problemas en los horarios con mi supervisora y por falta de personal y me enteré de este lugar porque mi Distrital de zona trabajo aquí con ustedes durante un periodo y el pensó que sería un buen lugar para continuar. 

-¿Cuál es el nombre de la persona que dices laboro aquí? - Preguntó la señora y su cara mostraba cierto desagrado e intriga por saber quien me recomendó, me sentí un poco incomoda. 

-Ricardo de la Peña, me indicó que me dirigiera con el chef Will o con usted. - Su cara en automático cambio a estar más seria de lo que creí que se podría.

-Ricardo, si lo recuerdo, un muchacho demasiado engreído y alzado. Demasiado egocéntrico para mi gusto, trabajo para nosotros 4 años, pero sabía que no podía seguir creciendo aquí y decidió retirarse. -Volteo a ver una tabla que tenía y pude notar que tacho algunas líneas, inmediatamente pensé que tendría que buscar otra opción para poder trabajar-

-Bien Sophia, te comentó el restaurante opera en un horario de 9 a.m. a 6 p.m. lunes y martes, de jueves a sábado es de 9 a 8 p.m. y domingo de 8 a 7 p.m, tu horario sería de 9 a 6 todos los días, con un día de descanso entre lunes y miércoles, no hay permisos fines de semana, porque son los días con mayor afluencia de comensales y necesitaría que te presentes el día de mañana  ¿crees poder? - no podía creer que si tendría el empleo, pensé que me botaría-

-Si, sin problema me presento el día de mañana. 

-Veo que no te gusta maquillarte y ni vestirte ajustado, eso me agrada, quiero aclarar que no permito relaciones entre mi personal, todos tienen estrictamente prohibido relacionarse, no vienen a ser amigos y mucho menos tú que serás un empleado de confianza, no puedes relacionarte o hablar de más con los meseros o cocineros, únicamente con tus compañeras de caja y con las demás personas administrativas, nos vemos aquí el día de mañana a las 10 a.m. -me estiró la mano y se dio la vuelta y se fue- 

Salí corriendo del restaurante y fui a casa, llame a Ricardo y le agradecí por el dato, pero no le mencione acerca de lo que me había dicho de el la señora Dalia, no se me hacía correcto. 

Él se ofreció a comprar mi uniforme para el trabajo. 


10,000 HoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora