Estábamos en febrero, faltaban 3 días para el día del amor y la amistad o san valentin. este sería el primer 14 de febrero que pasaría sin novio y el primer cumpleaños después de 4 años que no pasaría con Román.
Me sentía un poco triste, porque si extrañaba un poco a Román, pero sabía que necesitaba seguir, no podía estancarme y esperar a que las cosas cambiaran cuando yo sabía en el fondo que no sería así.
Llegué a trabajar y las señoras me pusieron a recortar corazones de papel rojo para pegarlos en la pared con el nombre todos los demás empleados. Estuve ocupada en eso la mayor parte del día, por lo cual no había notado ninguna mirada de Albert, ni siquiera a la hora de la comida, el estaba algo distante, parecía que no quería que me acercará o le hablara, mis mensajes por Whatsapp los veía pero no me respondía. Decidí no darle importancia.
Apenas serían las 5 y me faltaba una hora para salir, Albert paso por enfrente de la caja, se registro en el lector, se despidió de Bere y las señoras y no volteo a verme.
Termine mi jornada y fui a casa, un poco confundida por su cambio de actitud hacía mi tan repentino.
Llegué a casa y todo era normal como todos los días. Mi mamá ya no preguntaba por Román, supuse que ella ya venía venir mi decisión.
Preparé mis cosas para el día siguiente ir al trabajo, no dejaba de pensar en Albert, quería hablarle, pero no quería que me dejará en visto como lo ha hecho últimamente, me puse la pijama y me acosté, trate de no pensar en eso hasta que por fin pude dormir.
Al día siguiente que llegué al trabajo, cheque mi entrada y baje a dejar mi bolsa al locker, al subir de regreso me lo encontré de frente y me sonrío, le correspondí y me fui a mi lugar de trabajo, pasaban las horas y solo esperaba el tiempo de la comida, para poder hablar con el y saber de una buena vez que pasaba.
Dieron las 12:30 en punto y Bere, me dijo que saliera, salí y el seguía en la cocina, no lo veía con intenciones de salir, me senté en una mesa que quedará frente a la cocina para poder verlo.
Me sonreía y seguía haciendo su trabajo, se concentraba demasiado, cada que podía volteaba a verme. Me hacía sentir bien.
Termine de comer y deje mi plato con el lava loza y nos encontramos de frente.
-Hola, Sophie, ¿Te gusto la comida? - caminó hacía mi con un plato de comida.
-Sí, gracias, ¿Por qué no comiste?
-Le cambie mi turno a Cesar, solo por hoy. ¿Puedo escribirte hoy por la tarde?
-Sí claro, hablamos por la tarde, no te entretengo más. Buen provecho
-Gracias- Me regaló una tierna sonrisa y camine hacia las escaleras de servicio por mi cepillo de dientes.-Te ves preciosa el día de hoy, me dejas llevarte a casa? - Era Albert, por whatsapp
-Sí, podrías acompañarme.- Respondí, realmente quería saber que problema o situación traía conmigo o porque sus cambios tan raros de actitud.
Eran 5:45 y Bere y yo ya estábamos haciendo el corte de caja para poder salir a tiempo. A las 6 en punto la señora Dalia, ya estaba realizando el corte, todo salió perfecto. Sin faltantes o sobrantes.
-Bueno Sophia, todo va bien, nos vemos mañana, Bere, puedes quedarte un momento, necesito hablar contigo.
-Si Señora, puedo esperar. - Salí de la caja y cheque mi salida, me despedí de ellas amablemente con un "Buenas noches" el cual ninguna respondió, me dirigí a las escaleras para tomar mis cosas y salir para ver a Albert.
-¿Para donde vas, mi niña? - Preguntó Sarah.
-Voy a ver a Albert, creo que ya me esta esperando en el auto.
-Sí, ve, mañana me cuentas los detalles, cuídate mucho por favor, y no olvides ser discreta con este tema, nadie más puede saber que te vas con el o que sales con él.
-Ok, no te preocupes, nos vemos mañana con cuidado. -Me despedí y salí corriendo al estacionamiento, Albert ya estaba dentro del auto y me subí a él.
Durante un momento hubo un silencio un poco incomodo hasta que comenzó a hablar de lo que pasaba en el restaurante, no sabía como sacar el tema de su cambió de actitud y ya faltaba poco para llegar a casa.
-Oye, quería preguntarte, ¿Por qué dejaste de escribir? ¿Hice algo o dije algo malo?
-No Sophie, es lo que no podemos hacerlo tan evidente frente a las señoras o los demás pues es riesgoso. - No dije nada durante los próximos 10 minutos que faltaban para llegar a casa, se me hacia absurdo, pues ellas no podrían sospechar por un mensaje, pero ya no preguntaría más.
-Listo, llegamos. -Me dijo apagando el auto y volteando a verme en espera de un beso
-Muchas gracias por traerme, nos vemos mañana. - Intente darle un beso en la mejilla y el se quito y me dio un beso en los labios, sus besos cada vez eran más intensos, podía notar que el ya buscaba algo más en esto y creo que en el fondo yo también.
Me separe de el y acaricie su cabello y mejillas y le di un beso pequeño en los labios, tome mi bolsa y antes de bajar me preguntó.