Me quedé dormida y se me hizo un poco tarde para ir al trabajo, llegue corriendo, pero cheque a tiempo mi hora de entrada.
-Hola, Bere, buenos días- Mostraba molestia en su cara, la ignore y me pase detrás del mostrador. El día fue pasando hasta la hora de la comida.
Salí a comer en el segundo turno, porque Bere, quiso salir antes, toda esta semana estaría con ella y no vería a Sarah más que en la comida y en la salida.
Lo vi pasar por el salón y se veía tan lindo, volteo a verme y me sonrío, no sabía que estaba pasando conmigo, de verdad estaba muy emocionada con esto.
Bere regresó de comer y salí yo, me acerque a la barra y tome un plato con comida, me dirigí a una mesa que estuviera vacía, tenía la ilusión de que se sentará nuevamente conmigo, pero teníamos que ser discretos. Comí sola. Pero quedó frente a mi en otra mesa.
Miré mi celular y tenía un mensaje de el:
-Te espero, en el estacionamiento para irnos juntos, no tardes mucho.* Sonreí y voltee a verlo y me dio una sonrisa de regreso, se levanto y se fue a la cocina. Continué comiendo hasta terminar y fui a dejar mi plato a la cocina, nuevamente lo vi y me volvió a sonreír.
Estaba como hipnotizada por esa sonrisa y por esos ojos grandes y cafés que me estaban volviendo loca.
Conforme pasaba el día me sentía un poco más nerviosa y ansiosa por verlo. Esperaba que nadie se diera cuenta de que el y yo traíamos algo, porque la señora Dalia no podía enterarse de eso.
Termine de hacer mi corte de caja y fui corriendo a cambiarme, quería verme diferente, pues todos los días que el me veía, me veía con el uniforme y sin maquillarme.
No es que me gustara maquillarme mucho, pero quería cambiar un poco, al salir del restaurante todos los meseros y demás compañeros estaban a fuera esperando a irse todos juntos.
-¡Qué guapa! a dónde nos vamos a ir - Preguntó Chris, era un ayudante de meseros, pero no conteste nada y solo le sonreí, me despedí de todos y fui hacia el estacionamiento.
Encontré el auto y él ya estaba esperándome, se bajo del auto me sonrío y me dio un beso. Rodeamos el auto me abrió la puerta para subir y antes de cerrar la puerta volvió a darme un beso.
Subió al auto y condujo hacía la plaza, en el camino veníamos hablando sobre música, sobre los lugares a donde deberíamos de ir juntos. Era raro, pero lindo. Porque parecía que esto a el le gustaría que llegará a algo más que una amistad, lo cual sería lindo. Pero no podía sacar de mi cabeza que tenía que aclarar las cosas con Román y no es que estuviera engañándolo porque habíamos acordado separarnos, porque esto ya no estaba funcionando para ninguno de los dos.
Llegamos a el centro comercial, buscamos el regalo para su mamá porque su cumpleaños es mañana. Estaba un poco indeciso hasta que encontramos un labial y una bolsa. Muy lindos ambos.
Caminamos, viendo varias tiendas hasta que entramos a un restaurante a comer. Comimos crepas y malteada. Era lindo porque teníamos mucho de que hablar y no se acababan los temas de conversación.
Saque mi celular antes de irnos y tenía 3 llamadas perdidas de Román, las ignoré y comenzamos a tomarnos fotos y lo grabe varias veces. No quería que ese momento se terminará.
Camino a casa todo iba muy tranquilo, seguimos platicando y propuso que para el 14 de Febrero (día de san valentín) saliéramos a cenar siempre y cuando nuestros horarios en el trabajo coincidieran.
Llegamos a casa, le agradecí por todo y le di un beso, el cual subió de intensidad y esto comenzaba a gustarme cada vez más.
Bajé del auto y fui a casa muy emocionada por la tarde que había pasado con él. Sin duda era algo diferente y especial.
Entre a casa y no podía creer lo que estaba viendo...