Melting

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Pasaron y pasaron los días todo seguía igual, el aún no se tomaba la molestia de escribirme y yo deje de darle importancia.

Un día, me encontraba a fuera del restaurante esperando a Sarah, para ir a tomar el bus y después tomar el metro, cuando recibí un mensaje vía whatsapp.

-Te veías muy bonita hoy- Era un número desconocido y no podía ver bien la foto.

-Gracias, ¿Quien eres? - Respondí de inmediato con la esperanza de que fuera él.

-Espérame, déjame llevarte a casa, camina hacia el estacionamiento y se discreta. -Supuse que si era él, me despedí de Sarah y caminé al estacionamiento, no sabía cual era su auto, así que estuve dando vueltas por el estacionamiento hasta que lo vi caminar buscando algo. Camine hacía el y podía ver su bonita sonrisa. 

-Hola, pensé que te habías ido- Me dijo dándome un pequeño beso en la mejilla.

-No, tenía curiosidad por saber quien me acompañaría a casa- Le sonreí y soltó una pequeña carcajada, caminamos hacia su coche. 

En el camino veníamos platicando sobre el trabajo, sobre las cosas que yo hacía cuando salía de aquí, el camino a casa se me hizo más corto de lo normal. Honestamente no quería llegar, quería seguir pasando más tiempo con él, me sentía tranquila. 

-Es aquí- Se detuvo y apago el auto. Voltee a verlo y el hizo lo mismo,  nos quedamos en silencio y cada vez se acercaba más a mi.

-Yo, quería decirte-Se acercó un poco más y yo no dejaba de mirar sus labios

-¿Si?- Cerré mis ojos con la esperanza de no verme tan estúpida y me acerqué más a él. Estábamos a pocos centímetros, pero se separo de mi y volteo hacía la ventana.

-Quería más bien preguntarte, si quisieras mañana acompañarme a comprar el regalo de mi mamá, podríamos comer un helado y después te podría traer a casa de nuevo, que opinas?

-¡Si, me encantaría! -Le regalé una sonrisa y tome mi bolsa de mano -Entonces nos vemos mañana, ve con cuidado a casa- Me acerque a él con la intención de despedirme de el dándole un beso en la mejilla pero al momento de acercarme a el volteó su linda cara y me dio un beso en los labios.

Fue un beso muy tierno que me dejo pensando miles de cosas, antes de bajarme del auto lo abracé y volví a darle otro beso. Baje del auto y camine a casa muy emocionada por lo que había pasado. 

Entré a casa y había olvidado que tenía varias llamas perdidas de Román, honestamente no tenía ganas de arruinarme la noche con este tema, pero sabía lo que pasaría si no llamaba de regreso. 

-¿Hola? ¿por qué tardaste tanto en llamar? -Se escuchaba un poco molesto.

-Perdón venía en el bus y venía lleno, no podía sacar el teléfono, pero ya estoy en casa. 

-¿Haz pensado en lo que te propuse? Honestamente creo que si los dos queremos podemos volver a estar bien como antes, son 3 años Sophie, no los tires a la basura por problemas que podemos solucionar- No había pensado en nada de lo que el me había propuesto y honestamente después de lo que había pasado en el auto de Albert, ya no estaba tan segura de querer arreglar las cosas con el. 

-Podemos hablar después? Tuve un día muy pesado y no me siento con animo de hablar sobre el tema. 

-Sophie, por favor, solo quiero una respuesta, esto me esta matando, al menos prométeme que pasarás el día de mi cumpleaños conmigo. -se escuchaba triste- 

-No te prometo nada, no sé si la señora me vaya a dar ese día de descanso. Pero trataré de hacerlo. - No quería ilusionarlo, pero no sabía que más decir, llevamos mes y medio separados y aún sigue insistiendo. 

-Te amo Sophie, recuerda eso y por favor no cambies más conmigo.

-Descansa Roman, mañana será otro día, buenas noches. -Colgué-

Me saque el uniforme y me di una ducha, pensé en todo lo que había pasado con Albert, tengo que aclarar mis ideas, para no lastimar a nadie y lo más importante, no lastimarme a mi misma.

Termine de arreglar mi ropa para el día de mañana tome mi celular y tenía un mensaje de Albert.

-Buenas noches bonita, me encantó pasar el rato contigo, ya quiero verte mañana, te mando un beso. 

Mi corazón latía al mil por hora, estaba muy emocionada, no sabía porque pero creo que debe de ser algo bueno, sólo pensaba en Román en si en verdad valía la pena seguir y rescatar las cosas o mejor soltarlo y poder empezar a valorarme...


10,000 HoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora