Román estaba sentado en la barra de la cocina, platicando con mi mamá. Él y mi mamá siempre se llevaron muy bien, mi mamá al parecer se sentía segura al saber que estaba con él, cuando salía a algún lado.
Muchas veces mi mamá me pidió que no lo dejará. Ella sabía que ya estábamos separados, pero aún esta aferrada a esa relación.
-Buenas noches- Dije seria, viendo fijamente a mi mamá.
-Hola Sophie, perdón por estar tan tarde aquí, te he llamado durante la tarde y me preocupe un poco porque no respondías y decidí venir a ver si estabas bien o necesitabas algo.
-Gracias Román sabes que me quitan el celular en el trabajo por lo cual no puedo responderte y si me disculpas estoy un poco cansada e iré a dormir.
-Sophia, no seas grosera. Siéntate a tomar una taza de café con él. Te estuvo esperando casi 2 horas.
Algo que odiaba de mi mamá es que no podía ver las cosas claras con mi relación y siempre defendió a Román.
Me senté frente a Román, mi mamá se levanto y se salió al patio. Lo cual me molesto bastante pues no quería quedarme sola con Román para hablar sobre el tema.
-Sophie por favor necesitamos hablar, no podemos dejar esto así, solo una oportunidad más, te prometo que las cosas van a cambiar, no volverá a pasar.
La historia con Román es complicada. Nuestra relación empezó bien, sin problemas durante 2 años y medio hasta que me di cuenta de que él no confiaba en mi porque revisaba mi celular cuando yo dormía o hacía cualquier otra cosa.
Yo no entendía el porque de su desconfianza sobre mi o mi cariño hacía el. Sus celos absurdos hacía mis amigos y personas que iban con nosotros al gimnasio comenzaron a molestarme demasiado.
Hasta que un día sin querer me di cuenta de que Román estaba mintiéndome. Veníamos en su auto y yo traía su celular porque venía poniendo música y le llegó un mensaje de una chica que le decía * No tienes idea de cuanto te extraño y de todos los momentos que pasamos juntos, ya quiero verte cariño*
No preste mucha importancia e incluso no le mencione nada, preferí buscar por mi cuenta.
Él siempre estuvo confiado en que yo nunca revisaría su celular y siempre lo dejaba sin preocupación. Tome la decisión de revisarlo y efectivamente cuando yo estaba en la escuela o en el trabajo, él iba a verse con aquella chica.
Mi corazón se rompió en mil pedazos ese día, no quería estar cerca de el, discutimos demasiado ese día y dejamos de vernos dos semanas. Después quiso aclarar las cosas y decidí perdonarlo. Pero algo en mi ya no estaba bien con esta relación.
Porque me parecía egoísta que yo sacrificara cosas por trabajar y tratar de siempre tener lo mejor para ambos y que el solo tirara a la basura por una aventura.
Con el tiempo me fui dando cuenta que la mayor parte de nuestra relación estaba basada en mentiras, pues nunca dejo de ver a aquella chica.
-Román, esto ya no funciona. Ya no quiero estar contigo. De verdad necesito que lo entiendas. Además con el trabajo ya no tengo tiempo para vernos. - Dije mirándolo a los ojos y en un tono muy serio.
-Sophie, por favor, las cosas van a cambiar. Se que no he sido el mejor pero podemos arreglarlo aún.
-No, Román y es lo último que te diré. Por favor ya ve a casa, que es tarde y mañana debo de ir a trabajar. - Me levanté de la silla y me dirigí a abrirle la puerta. - Volteó a verme enojado y empujo la silla.
-Esta bien Sophia, te prometo que no te molestaré más, solo no me busques cuando comiences a extrañarme y te arrepientas de no regresar conmigo, porque no hay vuelta atrás. - Dijo en un tono serio y salió de mi casa.
Me fui a mi habitación y revise mi celular, tenía mensajes de Albert, había llegado bien a casa y me agradecía por el día que habíamos pasado juntos.
Me deje caer en mi cama emocionada por este día con el, quizá era un nuevo comienzo, espero no equivocarme y sobretodo no arrepentirme, pues estaba muy acostumbrada a Román, pero tal vez sea diferente.