Dulce sorpresa (A y D)

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Ansel:

–Señor, la señorita Lovato ya está por bajar. Desea algo?– Uau, jamás me habían llamado "señor". Era la señorita Chang que me miraba algo asustada. Y eso raro por lo general era Theo el que  intimidaba a los seres humanos, yo era como un oso de felfa adorable o eso es lo que yo pensaba.

Chang sigue esperando una respuesta – no, gracias– le digo. Veo que se marcha,con esa ridícula ropa que usaban los empleados parecia sacada de una novela de los años 80. La familia tenía un muy mal gusto, también lo que me había llamado la atención era que la señorita Chong me había recibido un poco decepcionada y creo que eso tiene que ver con Zac, apuesto a que lo esperaba a él. La había visto la primera vez que vinimos en como lo miraba a Zac, solo él era el único que no se daba cuenta porque estaba demasiado ocupado fulminadolo con la mirada a Selena.

– Oh,ya ha llegado señor Elgort–me saluda la mamá de Demi, Valerie.

Bajaba de las largas escaleras vestida de negro y labios rojos escarlata. Mirada y sonrisa fría. Asiento con la cabeza y pongo mi mejor sonrisa– Buen día,señora– levanto mi mano y ella mira mi cara y luego mi mano, eso lo hace tres veces y sigue caminando como si nada. Okey, la señora odia dar la mano a las personas. Anotado.

Ella se sienta en la larga mesa del comedor y de repente me convierto en un humilde espectador, inmediatamente un señor se pone detrás de ella para correrle la silla y entran como 5 empleados con bandejas y lleno de comida. Y parece que no soy un muy buen invitado, porque en ningún momento me invita a ser parte de su gran desayuno.

Cuando todo el baile de las bandejas termina, yo sigo parado y ella impoluta leyendo el diario. Seh, ella y yo no nos vamos a llevar nada bien.
Espero que por el amor de todos su hija no sea igual.

Seguía parado cerca de la mesa, algo sorprendido– Demi, enseguida va a bajar. Está eligiendo la ropa para llevar.– luego levanta su fría mirada hacia mí– puedes esperar en la cocina, ellos te pueden servir lo que quieran y cuando Demi baje. Te llamaré– okey, esta señora me estaba echando como si fuera un saco de basura, me doy la vuelta sin decir nada. Ella carraspea y me doy vuelta nuevamente– te agradecería que cuando yo termine de dar una orden. Asientos y me digas sí señora– QUEEEE??? ESTABA HABLANDO DE ENSERIO. Estaba por responder de mala manera, hasta que recuerdo que es un caso importante y que necesitaba guardar confianza. Y con toda la bronca del mundo y mirándola fijamente le digo–Si,señora– e inmediatamente me voy directo a la cocina.

Cuando llego, veo que estaba la señorita Chong y una mujer mayor limpiando los platos.

–ella siempre es así?– les pregunto,mientras saco de mi bolsillos unas gomitas azúcaradas.

La señora mayor sonríe. Era una mujer robusta, canosa– Si, te acostumbrarás. Te gustaría unos cupcakes de chocolate?– sin dudarlo asiento como si fuera un niño de 10 años.– me llamo Ana. Por cierto–

– Un gusto soy Hansel– digo mientras se me hace agua la boca ,cuando veo como mi nueva señora favorita de la casa pone en la mesa pequeña una bandeja llena de cupcakes. Dios mío! Estoy en la.gloria, pena que en la otra habitación se encontraba la bruja Cachabacha , sino sería el trabajo perfecto.– Usted es un ángel– escucho como Chang se rie mientras seca las copas– les hago una pregunta,cuáles son las reglas de acá–Ana vuelve dónde está Chang y sigue lavando, ella suspira y dice– Cuando está la señora y ella se acerca tenemos que estar atentos para serviles pero si está el señor no es necesario porque a él no le gusta que hagamos eso, él solo quiere que lo deje en la mesa y se sirve solo. En cambio la señora no.

Tenemos que vestir con el uniforme y estar con los guantes aunque haga calor. – yo no.iba a ponerme unos malditos guantes– debemos llegar puntuales. Y luego acomodar toda la casa y que este ordenado todo. Ella cada 4 horas se fija que la casa esté perfecta. Tenemos media hora de descanso para comer y nuestra comida la tenemos que traer de nuestras casa no podemos tomar cosas de acá. Aunque el señor dice que tomemos siempre lo que querramos peroo ellaa– y asiento.

PROTEGIENDO A LAS DIVASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora