HUÍDA

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Los dos se dirigieron al salón más apartados de todos, el de arte. Al estar cerca del lugar, Saint pudo divisar a Mark que estaba frete a la puerta del salón, el cual se encontraba cerrada. Mark noto la llegada de ambos soltado una sonrisa divertida, al ver eso Saint no pudo más que avergonzarse y apretar la mano de su amiga, pues era obvio que él sabia de sus sentimientos por Perth.

- Se estaban demorando – Lucy se acerco a Mark, le dio un suave y corto beso en los labios

- Lo siento, pero alguien se estaba arrepintiendo – Saint no pudo más que bajar la cabeza observando el piso como lo mas interesante en el lugar, aun cuando su cuerpo mostraba leves temblores ante los nervios y la pena de aquella situación.

- Tranquilo Saint, el no podrá verte. Se lo que sientes por él así que aprovecha este momento – aun con las palabras de aliento de su amiga y de Mark sentía que algo muy malo iba a pasar. Que debía hacer..?

- Gra-gracias, espérame aquí Lucy… por favor

- No me moveré de aquí

Mark abrió la puerta tras él y le indico a Saint que entrara, aun dudoso de esta loca decisión tomo un gran bocado de aire y dio el primer paso al frente. Mark y Lucy tenían razón, después de graduarse era seguro que no volvería a encontrarse con Perth, no podría deleitarse con el sonido de su risa, su voz, esa mirada que hacia su cuerpo estremecer, no volvería a verlo jamás y al menos..al menos con esto quería llevarse un dulce recuerdo del hombre que lo salvo en su primer año, quería al menos un beso del hombre que amaba desde hace años.

Al entrar Saint noto una presencia parada en el centro de salón dándole la espalda, aquella persona estaba rodeado de cuadros de dibujo, mascaras, jarrones, objetos de cerámica y diferentes cosas de arte. pero sin duda lo mas atractivo del lugar era Perth, que al girarse al escuchar el sonido de la puerta y pasos intento buscar de que dirección proveía con su sentido auditivo, pues su visión era opacado por aquel antifaz negro que Mark lo obligo a usar.

Jamás volvería a jugar con sus amigos, eran unos tramposos. Esos holgazanes solo quería usarlo para no hacer nada, haciéndolo besar gente extraña por dinero y mira que la persona que pago por todo esto debía ser muy extraña… o tal vez muy tímida

- Hola ….mmm no se que decir… - Perth soltó una sonrisa nerviosa, pues nunca había estado en una situación como esa.

Saint trato de controlar su respiración y cuerpo pues ambos estaban muy alterados

–  ¿donde estas? , puedo escuchar tu respirar… es algo rápida, ¿estas bien? – Perth se preocupo un poco por aquella extraña persona, no quería que algo le pasara y luego le echaran la culpa –  ¿estas bien?.. – Perth volvió a preguntar ya que no escuchaba respuesta, hasta que un pequeño sonido monosílabo y pudo asumir que era de su acompañante dando a entender que si, estaba bien.

Saint solo pudo pronunciar un pequeño sonido. Tenia demasiado miedo de que Perth pudiera identificar su voz – supongo que tampoco deseas hablar…dame tu mano -  Perth extendió su mano derecha, esperando que la otra persona la tomara.

Saint solo pudo observar, lo que Perth hacia. Él se encontraba a una gran distancia de Perth por miedo a ser descubierto, pero al ver como su amor secreto extendía su mano, se dejo llevar por todos sus sentimientos y la tomo acercándose a él, quedando uno frente al otro. Ahí Saint pudo notar que ambos tenían la misma altura, pero eran muy diferentes en contextura y tonos de piel, como el día y la noche.
En aquel momento Saint se dejo llevar por sus fantasías y pensó que esto era uno de esos momentos románticos y llenos de amor, donde el besaría a Perth y se declararía amor eterno

– tus manos son muy suaves – Perth al sentir una gran suavidad en sus toscas manos, no pudo mas que maravillarse, pero también pudo darse cuenta que la persona frente a él no era una chica. La mano no es que fuera grande, al contrario eran mas pequeñas que las suyas, aun así no entraban en la medida de unas manos femeninas.

Saint no pudo mas que sonrojarse ante la situación .

– lo mas normal seria mirarte a los ojos pero…es obvio que no se puede.. – Perth se acerco en extremo a su acompañante y pudo detectar un aroma dulce y delicado. Debería haberse asustado al saber que besaría un hombre pero se sentía mas bien curioso, era su primer beso con un chico – también hueles bien .

saint por primera vez pudo ver el rostro de Perth tan cerca y no pudo mas que maravillarse ante lo guapo que era, fue tanto su trance que con su mano libre toco la mejilla de Perth y la acaricio.

Perth al sentir el tacto de piel ajena en su rostro se relajo y se dejo llevar por aquellas emociones extrañas que empezaba a sentir su cuerpo. Perth soltó la mano de saint para luego ubicarla en la cintura y con la otra mano tomo la barbilla acercándolo a él para besarlo.

Saint al ver las acciones de Perth, sintió su corazón a punto de salir de su pecho y su cara calentarse ante los nervios pero aun así se dejo guiar por él y cerro los ojos. Al chocar los labios por primera vez fue solo piel con piel, dejándolos quietos para que se conociera.

Perth sintió en su boca un delicioso sabor a fresas, después la suavidad de los labios contrarios, haciéndolo sentir por primera vez en su vida las ansias de devorar la boca a alguien.

Saint solo pudo derretirse ante los labios Perth, su corazón y cuerpo temblaban de la emoción.

Perth afirmo mas su mano el la cintura  ajena atrayendo lo mas a el. El beso, con el paso de los segundos dejaba de ser suave para empezar a mover los labios con mas fuerza y profundidad.

Saint ante tantos sentimientos tuvo que poner sus manos alrededor del cuello de Perth, para sostenerse .

Perth pudo escuchar un leve gemido al haber invadido con su lengua aquel cálido y dulce cavidad. También sintió unos brazos delegados enrollarse en su cuello,  lo cual a él no le importo en lo mas mínimo, ya que eso le permitía estar mas cerca de esa persona.

Al terminar el beso ambos tenían la respiración agitada y los rostros sonrojados. Juntaron sus frentes y aun cuando Perth, no pudo ver el rostro de la persona frente a él, una gran sonrisa se instaló en ambos rostros.

- Es la primera vez que beso a un chico – al soltar Perth aquellas palabras, pudo sentir el cuerpo entre sus brazos tensarse, para luego tener los brazos vacíos, pues el chico se había zafado y salido corriendo hacia la puerta.

Saint sintió tanto panico al escuchar eso y quizás… tal vez, ser descubierto. Supo que tenia que dejar aquel bello momento, para volver a su realidad donde él, solo era un conocido para Perth

– espera, no te vayas.. – ante el vació , Perth se quito el antifaz y solo pudo ver la espalda de un chico tratando de abrir la puerta.

Saint, en toda su vida nunca había sentido verdadero pánico como ahora. La puerta no abría…la puerta estaba trabada y Perth estaba detrás suyo. en este momento no habría problema si un rayo caía encima de él.

SABOR A FRESADonde viven las historias. Descúbrelo ahora