A week in Townsville [ppg & rrb]

ᴄᴜᴀʀᴛᴏ ᴅÍᴀ

Alegórico
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Allí iban las tres adolescentes luego de un largo día en el instituto. Caminaban por la acera acompañadas de una agradable brisa y los pétalos de las flores de cerezo. Una panorámica típica hablando de las primaveras japonesas. Iban las tres encimadas sobre el móvil de Bellota. El nuevo juego otome de una princesa guerrera. Trata la historia de una joven monarca que decide alistarse y defender a su reino de los despiadados bárbaros. En el camino tiene diferentes rutas con varios muchachos encantadores. Entre ellos un bárbaro despiadado, un noble diplomático y el encantador hermano de la villana. Dependiendo la ruta romántica el final de la historia cambiaría.

—¡Elige esa opción! Así la barra de amor estará más alta. —le comentaba una rubia de coletas a su amiga bajita de cabello oscuro.

—¡¿Estás loca?! Es el hermano de la villana. —le advertía otra joven de lentes redondos y ojos color rosa. —Si terminan juntos seguro que la villana tendrá más oportunidades de matarte. —observó la pantalla con el personaje del cual estaban hablando. Era un joven de tez blanca y ojos verdes preciosos. Había tres opciones; ignorarlo, rechazarlo amablemente o entablar una conversación. —Debes aliarte con Boomer. Así podrán llegar a un acuerdo pacifico y salvar los dos países. —recomendó la pelirroja.

—Pero aliarse con el enemigo nunca será posible. Mataron a muchas personas ya. Necesitas más fuerza para vencerlos. —repensó la rubia.

—Exacto. —admitió Bellota llamando la atención de ambas muchachas. —Necesito apoyo y qué mejor que marques Him. —suspiró ilusionada. —Además es tan apuesto con su cola de caballo larga, tan educado, tan carismático. —sus amigas rieron desesperadas, llamando la atención de algunas personas que pasaban por allí. —¿Qué es tan gracioso? —se quejó la morena mirándolas con curiosidad. Burbuja y Bombón se miraron cómplices y volvieron a reírse, esta vez a carcajadas. Cuando la ola de la risa ya había pasado, la pelirroja tomó una bocanada de aire antes de dirigirle la palabra.

—¿Carismático? —preguntó.

—¿Educado? —le siguió su otra amiga. Bellota miró al cielo, entendiendo lo que decían sus compañeras.

—¿Y? No entiendo su punto.

—¿Desde cuándo exactamente esas características te atraen? —consultó Bombón con una ceja alzada. Bellota se quedó unos segundos en pausa. Luego sonrió y soltó una pequeña carcajada.

—Vale, desde nunca, pero si este hombre existiese me atraería muuucho su educación y carisma.

—Sí, claaaro. —respondió esta vez la rubia también sonriendo. —Elige por favor esa opción. —le volvió a insistir una vez que las risas habían terminado y la caminata comenzado.

—No, hazme caso y evítalo.

—No seguiré ninguno de sus consejos. —afirmó Bellota un poco molesta por las elecciones de sus amigas. —Consíganse el juego en sus móviles y me dejan a mi tranquila.

—Bellota, sabes que no tengo espacio y ni en broma borro una foto. Son todos recuerdos hermosos.

—Y yo no tengo dinero para comprarlo, y la última vez que usé la tarjeta de mamá, estuve un mes trabajando en la tienda de mi tío. —cerró los ojos y alzó su mirada. —He visto cosas que no debí. —Burbuja y Bellota intentaban aguantar la carcajada mientras observaban el dramatismo de la pelirroja.