El embotellamiento

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Al día siguiente, después de desayunar, Pein coloca dos maletas en la entrada del cuartel. El resto de los ninjas habían puesto las suyas en el garage, en espera de que su líder les diera la autorización para guardarlas. Konan sale de la habitación, con tres maletas en su mano.

- ¿Estás lista, Konan?.- preguntó Pein.- ¿Segura que no olvidas nada?

- No, estoy segurita.- respondió la kunoichi.- Ya llevo el esmaltito de uñas, el trajecito de baño, mi mascarillita, mi origami, mis tenacitas, mis florecitas...

- De acuerdo. Vayamos al camión. Ya llevo las llaves... ¿Porqué tienes esos calzones también? No son ni míos ni tuyos...

- No sé. Alguien lo dejó en la cocinita. Luego investigo.

Pein y Konan cierran la puerta y sus ojos se abren por la sorpresa al ser testigos de ciertos "incidentes".

- Oigan... ¡Yo no les dije que nos íbamos de mudanza, tontos! ¡¿Por qué hay tantas maletas?!.- exclamó Pein.

- Pero tenemos lo necesario para un viaje, querido líder.- dijo Zetsu, sonriente. Los subordinados del usuario del rinnegan salieron con anticipación, en su espera.

La cantidad de maletas es vasta para tratarse de un viaje sencillo. Había 36 maletas, 4 para cada uno de los muchachos.

- Parece terminalita de aeropuertito.- comentó Konan.

- Zetsu... en Big Brother no llevaste nada y ¿ahora sí? ¿Qué clase de barbaridad es ésa?.- espetó Pein

- Si... es que hay que aprovechar que no nos dijiste cuántas maletas podemos llevar...

- ¡Tenemos derechos!.- exclamó el lado "oscuro" de Zetsu.- ¡Derecho de llevar la planta que nos regalaron y nuestro abono!

- La producción de Big Brother nos limitó a una... y aquí no hay límites.- dijo Zetsu.

- Pues ahora tienen su límite. Sólo pueden llevarse dos maletas.- ordenó Pein.

- QUE.- exclamaron casi todos.

Konan nota que cierto villano entonaba una melodía, y por consiguiente no se percata de la indicación de su pareja.

- PAPAPAPAPAPAPACECECECECECECECEBOBOBOBOBOBOYAYAYAYAYAYAYAYA.- exclamó Hidan, con júbilo, bailando alrededor del transporte, rociando un material sospechoso con un aspersor.

- ¡Hidan! ¿Qué crees que estás haciendo?.- preguntó la maestra del origami.

- El camión necesita su bendición. Jashin Sama me encomendó hacerla para protegernos de accidentes, asaltos y epidemias de gripas que puedan estar relacionadas con los puercos.- dijo Hidan.- PAPAPAPAPAPAPACECECECECECECECEBOBOBOBOBOBOYAYAYAYAYAYAYAYA.

- ¡Eso apesta a #&#&#&#&! ¡Huele a aguarrás con ajo!.- replicó la kunoichi, tapándose la nariz.

- Eso se lo dije.- dijo Kakuzu.- Pero éste enajenado sólo escucha a su Jashin, que debe apestar a aguarrás con ajo.

- ¡Cómo te atreves, Kakuzu! ¡Mi Jashin siempre huele a limpio!

- Si es que llamas "limpio" al olor del aguarrás con ajo...

- Por lo menos... por lo menos huele a algo y no a nada...- se defendió Hidan.

- Ese olorcito va a extenderse en un ratito si no hacemos algo...- dijo Konan.

- ¿Me pueden explicar qué tanto llevan en sus maletas?.- preguntó Pein.- ¿Y dónde están Deidara, Tobi y Sasori?.- preguntó al percatarse de su ausencia.

Road Trip AkatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora