Road Trip Akatsuki

Capítulo 9.- ¿Dónde está Orochimaru?

El calor se manifiesta al máximo, acompañado por un cielo despejado. Una gasolinera extrañamente saturada, a causa de ser la única encontrada en dicha zona. Una tienda de abarrotes y un sencillo restaurante están detrás de éste. A su lado, hay un puesto de hot dogs. La organización de criminales Ninja más irreverente desayuna en aquel puesto de "comida rápida". A raíz del malogrado escape y pago innecesario de una fianza, atravesaban por una pequeña "crisis económica".

- Esto es injusto.- replicó Orochimaru, mordiendo su hot dog.- Ya estaba tan acostumbrado a comer en restaurantes. Y no me gustan los hot dogs.

- Para mi es lo mismo. Aquí nada más no está grande.- dijo Sasori, poniendo catsup a su alimento.

- Deja de estarte quejando Orochimaru, hum.- dijo Deidara, al acomodarse su sombrero.- Pareces príncipe elitista, hum.

- Yo pensaba que se sentía una princesa.- dijo Zetsu.

- ¡Cállate Zetsu!- replicó el sannin.

- Yo quería desayunar hot cakes con leche y ponerle una carita feliz con la miel de maple.- dijo Tobi, quien come con mucha discreción para cuidar su "identidad".- Es más fácil comer en restaurantes. Aquí pueden ver mi cara con más facilidad cuando muevo la máscara. ¡No me gusta esto!

- Cállense. Dejen de estarse quejando.- espetó Pein, con una botella de refresco en su mano.- Si a ustedes no se les hubiera ocurrido la tontería de no esperar a que les dieran la orden de salir en libertad, no estaríamos en este problema.

- ¿Cuánto dinero dijiste que quedaba?- preguntó Kakuzu, con angustia.

- No muchito.- dijo Konan, terminando de comer.- Si seguimos gastando como lo hacíamos, nos quedaremos sin dinerito para cuando tengamos que regresar al cuartelito.

- Kakuzu, ya deja de estar preguntando por el dinero.- dijo Hidan, al empezar a comer su cuarto hot dog.- Es la quinceava vez que lo haces desde ayer.

- Claro. Como tú vienes de gorrón y aprovechado, pues a ti no te importa si tengamos que regresar después montados en una mula... Y yo tuve que haber administrado el dinero esa vez, como siempre. Pero lo dejé en el hotel y Pein pudo recuperarlo.- respondió el originario de la Cascada.

- ¿Acaso insinúas que yo no sé cómo usar el dinero, Kakuzu?- preguntó el usuario del rinnegan con frialdad.

- Claro, claro que no, Pein. No hablaba en serio...

- ¡Qué! ¡Eso no es cierto! ¡Yo no abuso del dinero de los demás! ¡Jashin sama lo prohíbe! ¡Y tú no tienes que decir nada! ¡Ni siquiera era el dinero tuyo!- se defendió el jashinista.

- Pero el dinero sigue siendo de...- comenzó a decir Sasori.

Kisame le da un pellizco en el brazo al marionetero a modo discreto. Deidara seguía ignorando sobre el verdadero paradero de su fortuna y era un secreto a guardarse con la más rigurosa confidencialidad.

- Auch, auch.- se quejó, en voz baja.

- Del viaje.- dijo Itachi.- Sasori, ese dinero lo usamos todos para el viaje.

- Ah si. Es cierto.

- Bueno... por lo menos nos va a alcanzar para la gasolina.- dijo Kisame.- Este clima me recuerda al de mi pueblo. Mucho sol... pero sólo le falta el mar... y la arena...

- Es peor de caluroso que el de la Aldea de la Arena.- dijo Orochimaru.- Me recuerda a la Aldea del Zahir, en donde unos niños siempre andaban tapados. De pies a cabeza. Los ojos nada más se les veía.

- ¿Me puede dar otro hot dog?- pidió Zetsu al dueño del puesto.

- QUE. ¡Ya van 10 que te comes, Zetsu!- exclamó Kakuzu.- ¡No podemos darnos el lujo de gastar tanto en la comida!