No podía creer que tenía a Dylan frente a mí otra vez, sentí mariposas en el estómago, estaba tan lindo con su terno, que cómo en la primera vez, todos a mí alrededor ya no estaban, solo él.
Inmediatamente Dylan y yo conectamos miradas pero algo cambió desde esa noche, ya no nos mirábamos cómo unos desconocidos queriéndonos conocer, sino que Dylan y yo nos sonreímos cómo confidentes de toda una vida.
—Encantada de conocerlos Sr. Fernando, Sra. Angie y a usted también joven Dylan, mis padres en casa no hacían otra cosa más que contarnos de ustedes, de cuando eran jóvenes, los aprecian mucho —comenta Estela saludando, ella no conocía a ninguno de ellos en cambio yo sí y casualmente a quien se suponía que no debería de haber conocido hasta ése momento.
—Mucho gustó de poder volver a verlos —estrecho mi mano en señal de saludo al Sr. Fernando y la Sra. Angie, y me detengo observando esos hermosos ojos azules que creí no volver a ver —Y también a usted joven Dylan —digo finalmente.
Pasamos lo que restaba de la fiesta hablando, riendo y recordando anécdotas.
Afuera en el jardín, sonaron los juegos artificiales y todos los invitados incluyéndonos salimos a ver la función.
—Hola Katherin...
Escucho una voz a mis espaldas que ya conocía y me alegra saber de quién era.
—Hola Dylan —le digo mirándolo a los ojos aproximándome a él.
—No tenía idea de que ya conocías a mis padres y lo mejor que fueran grandes amigos con los tuyos, ¡Eso me alegra mucho! —dice Dylan de una forma muy dulce y amigable.
—A mí igual ¡sabes! ésa noche nos hayan podido presentar pero salieron corriendo de la alegría cuándo su hijo ganó la carrera y ahora sé que fuiste tú, ¡Mucha felicidades por cierto! —le digo y sin darme cuenta estábamos
abrazados, no sé qué me pasó pero fue un impulso que no puede controlar y por lo visto el también.— ¡Hijo ya nos tenemos que ir! —esas palabras causa que nos separemos.
Tenía las mejillas tan sonrojadas que esperaba que el maquillaje lo disimulara.
—Enseguida mamá —contesta Dylan.
—Apena hablamos y ya me tengo que ir, Katherin ¿Te gustaría salir conmigo algún día? —dice Dylan tomando de mi mano mirándome fijamente.—Claro que sí —digo sonriendo.
—Recién llegué a la ciudad y no conozco mucho pero conocí una cafetería muy buena, ¿Te gustaría que vayamos ahí?
—Me encantaría —digo muy animada —Toma esté es mi número para que estemos en contacto —le extiendo una hoja de papel escrito mi número.
—Gracias ¡Nos vemos Katherin! —me dice mientras me daba un abrazo de despedida.
—Nos vemos Dylan —le digo terminando el abrazo.
Después de despedirme de él veo que mis amigas me llamaban como si no las pudiera ver, hacían movimientos extraños con las manos.
— ¡Qué pasa chicas! ¿Cuál es la emergencia?
—Aquel chico de allá señala Hanna.
— ¿Quién Dylan? —pregunto mirando hacía por dónde Dylan se estaba marchando.
—Aquel chico es el que te dijimos que cuándo llegaste no paraba de mirarte —indica Vanessa emocionada.
— ¡Espera! ¿Acabaste de decir Dylan? —pregunta Hanna.
—Sí, el mismo chico que les conté de la otra vez —digo caminando hacía una mesa para sentarnos.
—Te perdemos unos minutos y pasa de todo ¡Comienza a contar! ¿De qué hablaron? —pregunta Vanessa.
—Nada en específico pero me invito a salir y necesito su ayuda, nunca me preocupe por algo simple como ir a tomar café pero....
—Pero te gusta, y claro que te ayudaremos amiga —asegura Hanna.
—En mí experiencia con el amor yo pienso y creo, que tú y él están destinados a estar juntos —escuchó decir a Vanessa.
—Y ese encuentro entre tú y él que tienen, ya no es una casualidad y el destino los junto otra vez para estar juntos, cuándo salgas con Dylan mí único consejo es qué seas tú misma qué las cosas fluyan y todo lo demás vendrá después.
—La verdad no ce que pensar, pero dejare que las cosas fluyan ¡Hanna, Vanessa! ustedes son las mejores amigas que puedo tener ¡Las quiero chicas!, y que más les puedo decir, me dejan sin palabras —digo y todas nos abrazamos.
Una hora después la fiesta ya había acabado y yo me encontraba en casa tratando de conciliar el sueño, pero no podía, decidí ir al jardín para poder relajarme y pensar en ese largo día que parecía no tener fin, pero que volvería a vivir para recordar cada minuto que pasé.
ESTÁS LEYENDO
Todo Menos Olvidarte
RomanceKatherin, una joven muy hermosa como inteligente pero no tanto para el amor, que lo encontró a él, en un momento inesperado. Dylan, un reconocido pilotó de carreras que en un momento de su vida la encontró a ella, una hermosa chica que le cambiaría...