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II

Domingo 24 de octubre 20**

Una alegre familia se disponía a salir hacia un pueblo atrapado en el tiempo, ¿Por qué atrapado en el tiempo?, simple ya que en ese lugar a pesar de estar en pleno siglo XXI la gente de ese lugar vivía como si estuviesen en el siglo XVII; un pueblo de Oregón, llamado Gravity Falls

- ¡Apresúrate mamá, papá y Mabel ya están en el auto! –Gritaba a su mamá al mismo tiempo que la jalaba de la blusa. El pequeño era bastante hiperactivo para tener tan solo 10 años de edad.

-Ya voy, ya voy Mason, no es como si el pueblo fuese a desaparecer de un momento a otro. –Le respondió con calma a lo que el pequeño hizo un puchero bastante tierno.

- ¡Mamá, te he dicho muchas veces que no me llames por mi nombre!, lo niños me molestan en el colegio. –Decía a la vez que se cruzaba de brazos –Además, está lejos, y ¡Ya quiero llegar para enseñarle a Soos mi nuevo videojuego!

-Está bien, está bien, andando. –Finalmente abordaron el vehículo y se pusieron en marcha. El transcurso del camino fue relativamente corto, o al menos para los integrantes de la familia Pines así fue, debido a que en el camino se dedicaron a cantar canciones y jugar algunos juegos, como el yo veo..., contar autos de un solo color, etc. En algún punto del camino los gemelos se quedaron dormidos.

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-Dipper, Mabel, despierten, ya estamos entrando al pueblo –Habló la Pines mayor con suavidad, despertando a los pequeños.

- ¿Eh? –Dipper se talló los ojos con pereza, lo cual duro unos segundos antes de remover a su hermana. - ¡Mabs, despierta! –Su gemela enseguida se despertó y ambos se pegaron a la ventana sonriendo con alegría, enseguida apareció el letrero de "Bienvenidos a Gravity Falls" y poco después se dejó ver la torre de agua.

-Bien niños, ¿Listos para sorprender a sus tíos? –Preguntó el Pines mayor mirando a sus hijos con una sonrisa a través del espejo retrovisor.

- ¡Sí! –Exclamaron al unísono. Con una enorme sonrisa la familia se dirigió hacia la famosa cabaña del misterio. Al llegar, un hombre de avanzada edad que vestía una gabardina color café, camisa de cuello de tortuga roja y unos pantalones de mezclilla negros, se sorprendió al ver a su familia llegar, expresión que pasó por la preocupación antes de pasar a algo de molestia.

- ¿Qué están haciendo aquí? –Pregunto un poco demasiado brusco, desconcertando un poco a la familia.

- ¡Tío Ford! –Corrió el pequeño Dipper a abrazar a su tío favorito, a pesar del tono brusco en que habló, el pequeño no dudo en correr hacia él.

-Oh vamos tío Ford, sabes que cada año traemos a los niños a pasar el Halloween🎃 –Habló el padre de los pequeños gemelos.

- ¡Stanford! ¿A dónde estás? –Se escuchó el grito de otro hombre mayor, quien salió de la cabaña, se trataba de su hermano gemelo, Stanley. –¿Qué están haciendo aquí?

- ¡Tío Stan! –Fue el turno de Mabel en correr a los brazos de su tío abuelo.

-Lo mismo le pregunté –Dijo Ford con preocupación.

- ¡Oh vamos tíos! Cada año venimos desde que nacieron los pequeños.

-Sí, ya lo sabemos, es solo que este año no debieron haber venido. –Soltó con preocupación Stanford.

-Hey pequeños, porque no acompañan al tío Stan a acomodar la nueva mercancía –Sugirió el mismo Stanley al notar hacia a donde se dirigía la conversación.