《Reality》

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A pesar de que seguía con los ojos cerrados y sentía la pesadez en su cuerpo, todo el ruido del exterior no pasaba desapercibido para él. El príncipe Taehyung sabía que había amanecido, sin embargo, se agarraba fuerte de las imágenes que pasaban por su mente; entre dormido y despierto.

Sentía que se removía en la cama, que sus caderas subían y bajaban, escuchaba la voz agitada de Jungkook baja, casi como un susurro, detrás de su oreja. Y entonces se despertó de golpe, con una sensación que le recorrió todo el cuerpo y que permaneció en sus partes íntimas; como un dolor placentero que le cosquilleaba. El príncipe se incorporó ayudándose con los brazos y observó la mancha transparente que decoraba sus pantaloncillos de dormir y, entonces ahí lo supo, había tenido un sueño húmedo con Jungkook. Se echó hacia atrás nuevamente, cayendo como un peso muerto en el colchón, y frotó sus manos por todo su rostro; sobrellevado por el recién descubrimiento.

Taehyung escuchó ruidos secos en la puerta y luego la voz de su caballero Park, de manera que su respiración se disparó y todo su cuerpo se erizo por los nervios. Los siguientes golpes lo hicieron sobresaltarse y tuvo que hablar atropelladamente, permitiéndole a su guardia personal que pasara a la habitación.

-Mi príncipe -Saludó Park Jimin-. He recibido indicaciones de que debe estar listo en menos de un cuarto de hora -Explicó el joven-. Las doncellas vendrán pronto a preparar su baño

-Muy bien, Park -Respondió el jovencito sin mover un solo músculo de su cuerpo-. Diles que vengan de inmediato -Demandó.

-¿Ocurre algo? -Preguntó Park, frunciendo el ceño-. Parece... incómodo, mi príncipe. ¿Está todo bien?

El príncipe asintió y le repitió la orden, terminando la conversación. El guardia no dijo nada más y abandonó la habitación, permitiéndole a Taehyung respirar con tranquilidad otra vez. Ya sentía la incomodidad y la humedad rozando su entrepierna, así que necesitaba deshacerse de aquello lo antes posible.

Por suerte para él las doncellas no hicieron preguntas relevantes cuando lo vieron levantarse para tomar su baño, unos minutos después. Ellas permanecieron en silencio acomodándo la habitación y el traje que el joven príncipe se colocaría ese día. El baño duró menos de lo que a él le hubiese gustado, pero sabía que tenia poco tiempo para prepararse. Se dejó alistar por las doncellas y prontamente se encontró abandonando la habitación para unirse a su caballero.

La sensación de estar familiarizado con el lugar en el que se despertaba cada día había desaparecido. Las personas que recorrían el palacio eran extrañas para él; no sabía sus nombres, no conocía sus rostros. Todo en ese lugar se desarrollaba de una manera totalmente diferente a la que él estaba acostumbrado, sin embargo, sabia que no le quedaba de otra que seguir sobre la marcha, a pesar de que esa mañana lo aplastó la realidad de que definitivamente no estaba en su hogar.

Como si fuera una persona manejada por alguien más, actuando de manera automática, llegó a la parte de abajo del palacio, la primera planta, y se dejó guiar por las voces y los olores hasta llegar a la sala del comedor de la familia Jeon. Intentó sonreír para ellos en cuanto todos le clavaron la mirada.

-Me disculpo por la tardanza, familia Jeon -Expresó el jovencito, inclinando su cuerpo.

-Oh, no te preocupes, cariño -Le dijo la reina, tranquilizándolo-. Pronto Jungkook te explicará como se suelen hacer las cosas por aquí -Le dijo ésta, sonriéndole con los ojos-. De momento por favor toma asiento y disfruta del desayuno con nosotros

El príncipe asintió para ella y se apresuró a tomar asiento en el lugar dispuesto para él. La mesa estaba repleta de platos, así que la boca se le hizo agua enseguida, sin embargo, al alzar la vista y encontrarse con la mirada que le clavaba Jungkook, todo en su interior se desordenó. Su mente se pintó de negro en cuestión de segundos y lo único que ocupaba algunos espacios para pintarlos de color en ese momento era la imagen de su amigo en su sueño, detrás de él, moviéndose y susurrándole al odio con voz agitada.

▪{m¥ kinG}▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora