▪{m¥ kinG}▪

《Surprise》

El príncipe Taehyung abrió sus ojos cuando comenzó a removerse en la cama y al notar la claridad que entraba por la ventana no le quedó de otra que despertarse completamente.

Caminó por la habitación y tocó las teclas del piano al azar mientras se dirigía a la puerta de su habitación.

-Buenos días Jimin, por favor pide que me preparen un baño -Pidió cuando abrió la puerta, hablándole a su guardia personal.

El guardia, de estatura promedio pero bastante fornido y fuerte, se sobresaltó un poco cuando escuchó la voz del príncipe. Sin embargo asintió y desapareció de su vista para llevar el recado.

No paso mucho tiempo cuando Jimin apareció nuevamente, notó que la puerta de la habitación se encontraba entreabierta, así que decidió entrar y cerrar tras él. El príncipe Taehyung se encontraba sentado frente al piano, con las manos puestas sobre el teclado, pero sin hacer presión como para ocasionar algún sonido. El guardia carraspeó, ganándose la atención del jovencito, quién giró y lo observó con una sonrisa de labios sellados.

-Llegaste a los 15 años, sano y salvo -Comentó el guardia.

-Una locura, ¿no crees? -Respondió el príncipe, sin borrar la sonrisa de su rostro.

-La verdad es que sí -Concedió el otro-. Feliz cumpleaños, príncipe Taehyung

-Gracias, Jimin -Respondió el aludido-. ¿Quieres tocar algo para mi?

-De hecho sí -Respondió-. Pero será algo corto porque ya deben venir las doncellas en camino

El joven príncipe se emocionó y se levantó del asiento para permitir que su guardia tomara su lugar. Jimin comenzó a tocar sin perder más tiempo, una pieza que redujo a un minuto y medio, pero que alegró inmensamente el corazón del cumpleañero. Cuando hubo terminado de tocar se levantó e hizo una reverencia para su príncipe, recibiendo a su vez un abrazo efusivo y corto por parte del otro.

-¡Gracias! -Expresó el príncipe, realmente animado-. Fue una hermosa pieza

El guardia le sonrió y entonces salió de la habitación, ocupando su lugar de siempre, dejando al príncipe solo en la habitación esperando por las doncellas que prepararian su baño.

Media hora más tarde se encontraba bajando las escaleras para dirigirse al gran comedor para tomar el desayuno. Las doncellas habían hecho un excelente trabajo arreglando su apariencia, como siempre. La madre del príncipe fue la primera en aparecer en su campo de visión, esperándolo con una sonrisa y los brazos abiertos. El jovencito bajó el último escalón y caminó hasta aquellos brazos que le brindaron protección y amor.

-¡Mi pequeño! -Exclamó la reina-. No importa lo mucho que crezcas, siempre serás mi pequeño niño -Le susurró-. Feliz día de tu nacimiento, Taehyung

-Gracias, madre -Respondió el jovencito, sonriente.

-Vamos a desayunar -Le dijo, llevándolo con ella del brazo-. Tengo un regalo para ti -Le confesó en voz baja.

El príncipe asintió para ella y pronto se encontraron en la mesa. Jennie se levantó para ir hasta donde su hermano menor y abrazarlo con cariño.

-¡Feliz día de tu nacimiento! -Le dijo.

El príncipe le agradeció. Para él no iba a haber una gran celebración, solo una cena intima y quizás regalos por parte de su familia. Pero todos siempre se encargaban de hacerlo sentir bien en su día. Su hermana era la que más se esforzaba. Recibió felicitaciones por parte de dos de sus cinco hermanos, los príncipes Kim JaeKwon y Kim JaeBum, y de sus respectivas esposas. Los otros tres, supuso, vendrían a la cena.