El cielo esta triste y es porqué en el faltan estrellas.

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Desperté completamente desorientada.

¿Dónde estaba? ¿Cómo es que aparecí aquí tirada? ¿A caso bebí? No, no lo creo.

Comienzo a dar unas pequeñas sacudidas a mi ropa para disminuir la tierra que se adhirió a esta. Camino un poco tratando de ubicarme y recuerdo haber salido de trabajar de aquella escuela dónde hacía servicio.

Busqué mis cosas, pero no estaban por ningún lado, tal vez fui asaltada. Reviso mi estado y me encuentro en perfectas condiciones.

Intento ir a mi casa, pero algo llama mi atención, cerca de dónde me encuentro está la primaria.

A lo lejos se ve como unas personas se encargan de levantar en una camilla a lo que supongo es una chica.

Unos se encargan de tomar fotografías del lugar, mientras otros recogían algunas cosas, el área se encontraba acordonada, entonces mi duda se aclara, si era una muchacha.

El encargado realizó una llama, supongo que era para avisar a los familiares que encontraron el cadáver de la chica.

Siento un repiqueteo, algo que me molesta en mi interior causándome un gran vacío, sintiendo preocupación y mortificación por la pobre chica.

El viento sopla con violencia, feroz, trayendo consigo muchas nubes oscuras, cargadas de agua, causando estremeciendo en las hojas de los árboles, generando una escena triste, melancólica, me aferró a mí saco y apresuró el paso para llegar rápido a casa.

Observó cómo la gente se acumula en donde se encuentran los péritos forenses, todos sumidos en sus pensamientos, prosigo caminando sintiéndome algo descolocada, algunos pasan empujándome, ajenos a lo que está a unos cuantos kilómetros, ¿Cómo se encontrará la familia de ella? Supongo que muy devastada.

Veo como un rostro familiar pasa cerca de mí, casi golpeando mi hombro, volteó y lo reconozco, es mi padre.

—¡Papá! —Le llamó feliz por verlo, es como si me quitaran un gran peso de encima.

Pero él sigue avanzando, creo que no me escucho.

—¡PAPÁ! — Grito aún más fuerte intentando llamar su atención.

Corro hacia el tratando de frenar su paso, pero no sé inmuta ante mi tacto.

Pero, ¿qué demonios?

Y lo vuelvo a intentar, pero me pasa de largo, como si no existiera...

Camino a la par de él hablándole, intentando comprender que es lo que ha sucedido. ¿Por qué no puede verme? ¿Por qué no puede escucharme? ¿Está jugando conmigo?

El vacío en mi pecho aumenta, el efecto es arrollador, provocando una gran desesperación en mi sistema. Avance en silencio a su lado, creyendo que está enojado conmigo por no llegar a tiempo a casa, por no haber obedecido a mamá antes de salir, por haber discutido con Lilith y no alimentar a Luc.

Tal vez quiere demostrar que cometí un error. Y si fue así lo lamento en lo más profundo de mi ser, porque realmente estoy arrepentida.

Flores para mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora