No voy a cargar con la culpa

1.- Ascensor

La mirada de Jian Hua se posó en el gran póster en la entrada de la taquilla del cine.

Se trataba de una imagen desolada con un gran número de cuervos en el fondo del cartel, mientras un hombre guapo vestido en una armadura miraba al cielo. Su mirada asesina formaba una fusión perfecta con la feroz imagen.

Deseaba mirarla más tiempo, pero el personal del cine la estaba reemplazando con un nuevo póster para una película que se estrenaría mañana. A medida que el soporte que lo sostenía temblaba y caía repentinamente, el hombre con la postura firme del cartel también parecía que se derrumbaba de repente.

Jian Hua volteó lentamente su cabeza. Detrás de él, una joven rogaba suavemente al personal para tener el cartel.

Jian Hua subconscientemente metió la mano en su bolsillo, y recordó que había dejado de fumar hace dos semanas. Ahora no tenía cigarrillos en el bolsillo, sino una pequeña caja de chicles. Acostumbraba a abrir la tapa con el pulgar y debajo de las luces calientes, sus dedos parecían excepcionalmente delgados y elegantes.

Jian Hua era un doble de acción. Los dobles realizaban un trabajo particularmente difícil y arriesgado, sin embargo su nombre no era conocido por el público. Jian Hua no era ambicioso en comparación con sus habilidades, sin embargo, los problemas encontraron su puerta cuando los rumores sobre él se propagaron. Esto le hizo perder su trabajo y ya no pudo mezclarse en el circulo.

Pasó seis meses en casa, hasta que Jian Hua recibió inesperadamente una llamada esta mañana. Fue del agente del emperador del cine, el actor Li Fei. El actor deseaba firmar con él. Jian Hua sería su doble exclusivo y recibiría un trato favorable.

Jian Hua no hizo ninguna promesa oral, aunque su corazón se estremeció. Había visto Li Fei antes y trabajó en la película del cartel que ha visto hoy. Su conciencia decía que Li Fei era una buena persona, pero...

Jian Hua estaba atrapado en sus pensamientos y no se dio cuenta de que el ascensor estaba tardando en llegar.

Era un hombre joven y guapo que llevaba ropa casual de marca. Sus largas piernas estaban envueltas en un par de jeans y masticaba chicle descuidadamente, mientras que la cálida luz amarilla convertía sus labios en un ambiguo color naranja.

Era atractivo al igual que una estrella de cine, así que las dos estudiantes femeninas que esperaban el ascensor se susurraban con ojos brillantes.

El ascensor del cine tenía capacidad para 10 personas. Jian Hua se quedó viendo todos los créditos antes de irse, así que la gente que veía la película con él se habían ido. La pantalla sobre la barra de entradas mostraba que la hora actual era 10:44, y la sala de espera estaba vacía.

Ding. El ascensor se abrió lentamente.

Jian Hua siguió a una pareja que aún discutía con entusiasmo la historia en el ascensor, con las dos estudiantes detrás de él. El ascensor se llenó con el fuerte aroma de una tienda de ollas calientes del piso de abajo del cine. Las cejas de Jian Hua se fruncieron cuando su estómago protestó ante el fuerte olor.

Le daba hambre fácilmente después de dejar de fumar, así que el sabor fresco y picante estimulaba sus papilas gustativas. Jian Hua echó un vistazo al anuncio del restaurante de ollas calientes que estaba puesto en el ascensor mientras masticaba su chicle sin pensar, cuando todo el ascensor se tambaleó de improviso.

Las estudiantes desprevenidas se asustaron y gritaron. Jian Hua se aferró subconscientemente a la pared del ascensor, al tiempo que su brazo se extendía para mantener el equilibrio. Sin embargo, no podía juzgar más la situación ya que el balanceo del ascensor desapareció rápidamente, con sólo los chillidos que persistían, como si nada hubiera pasado.