No voy a cargar con la culpa

69.-A prueba

Limpiar la sala de conciertos no es una tarea sencilla.

Esas filas de sillas tenían la tela rasgada, exponiendo el algodón en el interior y moviéndose por todo el lugar. Algunas incluso se quemaron por la mitad, llenando el aire con el olor a aceite y cosas quemadas.

"Achuu!" Los trabajadores estornudan uno tras otro, de mal humor.

La lámpara del techo está severamente dañada, mostrando rastros de la lucha, y causando la falta de luz en la sala. Los escombros de los faroles caen por todas partes, haciendo más difícil su limpieza.

Los que habían despertado sus habilidades están usando perezosamente su telequinesis, pero algunos sólo pueden limpiar con sus manos.

El sudor y el olor desagradable agotaron su reverencia inicial. Todo el mundo se está volviendo más perezoso, los ojos mirando involuntariamente a la puerta, pensando en formas de escapar.

Algunas personas son tímidas. Después de pensar en la amenaza de Li Fei, la soportan y continúan trabajando.

Algunas personas no se reconcilian. Hablaron amablemente al tiempo que maldecían en su mente. Los verdaderos pensamientos reflejados en sus cabezas se convierten en cinismo. Cuanto más pública es una persona, mas se habla de ella y más se toma una conducta negativa. En sus bocas, todos los ricos son desalmados, todos los funcionarios son corruptos. Su ventaja es sólo porque son unos bastardos afortunados.

¿Celebridades? Ese es el grupo más menospreciado, venden sus caras durante el día, y por la noche su cuerpo, un completo asco.

Si Li Fei no hubiera mostrado una habilidad de fuego tan fantástica, estos tipos habrían sido muy duros con el. En cuanto a que Li Fei los salvó por la bondad de su corazón, no lo creen así. ¿Matar a la araña y luego venir a salvarlos, agradecerle sólo por eso? ¡Que siga soñando!

Incluso si Li Fei es un poderoso poseedor de habilidades, la gente que no entiende el peligro del mundo abandonado en el futuro no estarán dispuestas a aceptarlo.

—Cuanto más alta sea la identidad y el estatus de una persona, mayor será la necesidad de mantener el equilibrio. ¿Son los únicos que se preocupan por ello?

El resultado es que a Li Fei no le importa, y amenazó con matarlos en el nido de la araña.

"...... en cuanto salgamos y lo exponemos."

La persona a su lado puso los ojos en blanco: "¿Cómo exponerlo, publicándolo en Internet? ¿Quién se lo creerá?"

"Somos tantas personas, y el daño en el Teatro Nacional de Haicheng es cierto. Si mató a alguien, ¿cómo lo pudo esconder?" El orador es el hombre calvo, antes, instigó al desafortunado que se quemó, "¿De qué tienes miedo? ¡Veamos si Li Fei realmente quiere decir lo que dice! Tanta gente con tantas bocas, ¿aún puede controlarnos?"

"¿Y si matara a todos los que están aquí?" Un libro transmigratorio le respondió fríamente. Este imbécil quiere morir, no les hagas daño.

El calvo se quedó sin habla y luego puso los ojos en blanco. Aparentemente, no lo creyó.

Su mente flota, sin prestar atención al trabajo. Sus pies pisan abruptamente una bola de acero, tanto el hombre como el cubo están al revés, sus piernas en el aire.

La gente está feliz de ver una broma.

El calvo se levanta del suelo, tratando de salvar las apariencias. Pateó el cubo. Perdió el trapo y da un paso hacia la puerta de la sala de conciertos.

"¡Son un puñado de cobardes! Probablemente alguien ya se habría ido, y tú sigues siendo tan estúpido como para trabajar en este teatro, locos.....?"