en mi melancólica habitación
con mi melancólica música,
yace el melancólico recuerdo
de cuando eras mi musa.
¡Ay, melancólica melancolía!
¡aléjate de mí por el resto de mis días!
¿no ves pues, que ya no gozo tu compañía?
ahora te toca ser melancólica,
mi querida melancolía.
tu melancólica presencia
atormenta mis poesías,
¡vete a otro lugar,
donde no exista la melancolía!
y si decides volver,
maldita melancolía;
muy lejos volaría
dejando detrás mía
tu melancólica agonía.
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dıαcrónıco;
Poesiadéjame vivir, y soñar, y respirar, con una hoja de papel, un bolígrafo, y escribir mi mente y alma al desnudo. (no se permite adaptación, poemas completamente míos).