Diez.

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Las cosas son como son. Sufrimos porque las hemos imaginado distintas.

Aunque mis palabras suenen infantiles o inmaduras, es algo que no puedo evitar pensar. No voy a pedir perdón por sentir aquello, estoy en mi derecho. Pero tampoco quiero destruirte. ¿Sabes el por qué? Porque ha pasado un largo tiempo, cuando volví a ver tu verdadera sonrisa, esa nostalgia por la música y esos grandes sueños que pensabas haber enterrado en tu mente. Volviste a tocar el piano, a componer, a disfrutar de las pequeñas cosas. Y todo gracias a una persona que no soy yo. Mis emociones fueron abrumantes, no sabía qué hacer, al sentir tanta felicidad por ti cuando tenía un dolor en el pecho, mientras que mis lágrimas caían, y sabes que soy de reaccionar rápido. Corrí, hui, me escabullí, tal cual mi naturaleza que abundaba en mí. Yo que había pensado que no estabas alimentándote bien, que fui a tu empresa, pero te encontré en paz. Tocando el piano, con ella. Estábamos tan lejos a pesar de estar a unos metros. 

I Can't Make You Love MeWhere stories live. Discover now